Un nuevo grupo escultórico ha venido a enriquecer en las últimas horas la finca de Briz, que desde hace algunos años se está convirtiendo en un verdadero museo de arte al aire libre, con obras creadas por diferentes autores. Pero al mismo tiempo que esta iniciativa artística crece, se ve frenada por la acción de los enemigos del patrimonio público.

Los vándalos están causando serios daños en las esculturas al aire libre de este museo, que además de atentar contra la creación artística y el patrimonio de todos, causa serios perjuicios a las arcas municipales.

Si hace solo unas semanas los vándalos se cebaban con los elementos musicales del parque de Briz, dejando totalmente destrozados dos de ellos hasta el punto que su arreglo es imposible -por lo que el ayuntamiento tendrá que gastarse unos 6.000 euros en la reposición con unos nuevos-, recientemente los gamberros arremetieron contra una de las esculturas de madera del jardín, la que representaba a un niño, que sufrió serios daños.

Pero pese a la acción de los más desaprensivos, el gobierno local de Marín, con la colaboración de la Fundación Juan XXIII, no desiste de seguir mejorando este parque y enriqueciendo el nuevo museo al aire libre.

Así, un nuevo grupo escultórico se ha sumado a esta colección de arte. En la parte superior del parque, en un escalón superior a los recién inaugurados lápices, en una zona oscura por la acacia negra, se han aprovechado los restos de la poda de los avellanos de este invierno para crear una gran tela de araña multicolor, de 2,70 metros de diámetro. Recordando la canción "un elefante se balanceaba?", los alumnos de la Fundación Juan XXIII ha incluido un elefante realizado en fibra de vidrio y una araña del mismo material, dándole un toque de humor al grupo escultórico.

Anteriormente se presentó un conjunto de lápices y una cajita para pájaros, dentro de este plan de mejora integral de la finca, que también incluye la sustitución de plantas invasoras por autóctonas. Los árboles de especies invasoras se reutilizaron para darle un toque cromático artificial en forma de lápices.

Otra escultura de reciente creación en un tocón de árbol muerto fue una enorme lechuza, que trata de recordar -según explicó el autor-, un ave que vivía en la finca de Briz hace muchos años, cuando el parque aún estaba abandonado.

El escultor Santiago Castro fue el encargado de hacer esta obra. El mismo artista está creando un trono en madera, dedicado a Marín y a Rosalía de Castro, sobre el tocón de un cedro derribado por un rayo en la alameda de esta villa.