En su escrito inicial, el fiscal indicaba que los implicados "mantuvieron de forma permanente y continua en el tiempo un trato de desprecio, crítica y burla con comentarios despectivos sobre la falta de aptitud profesional de la víctima".

"Si te cojo fuera te doy una paliza y te arranco los ojos" o "como coincidas en la misma compañía o batallón que yo te vas a cagar, te meto dos tiros y que quedo tan ancho, me voy al penal, me da igual", son algunas de las amenazas que tuvo que soportar la víctima de parte de uno de los acusados, según se recoge en el escrito de acusación que presentaba inicialmente la Fiscalía.

Estos menosprecios se recogen en el auto de procesamiento cuyo contenido se publicó en su momento. El juez instructor señalaba entonces que los acusados "desde el primer curso de la carrera, protagonizaron un trato de desprecio, crítica y burla hacia su compañero alférez con comentarios despectivos sobre la falta de aptitud profesional de la víctima".

En dicho auto se detallaban también algunos de los insultos que tenía que soportar "de forma constante" el denunciante con calificativos como "monstruo, Ígor, o perno". El acoso comenzó en el primer año de carrera, cuando se negó a facilitarle un trabajo de una asignatura al "cabecilla" del grupo.

El Ministerio Público concluyó en su escrito que esta persecución causó en la víctima "un quebrantamiento de la resistencia moral durante los cinco años de carrera" en la Escuela Naval Militar.