Los vecinos de Vilaboa no ganan para disgustos y se enfrentan a un nuevo conflicto social, que ya vivieron hace cuatro años. En plena movilización vecinal para frenar los derribos de viviendas decretados por la Xunta en Cobres, el municipio encara ahora otro frente en Bértola, que probablemente se extenderá a Figueirido y a las parroquias pontevedresas de Tomeza y Figueirido: Red Eléctrica Española (REE) ha decidido resucitar el viejo proyecto para crear una subestación que dé servicio al Eje Atlántico Ferroviario.

Así lo confirmó ayer la propia empresa, que vincula esta actuación a los planes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), entidad que precisamente hoy expone en Pontevedra, entre otras previsiones, sus planes para potenciar la electrificación del tramo del tren entre Vigo y Santiago, que quedaron "cojos" cuando en 2014 se optó por dejar en suspenso la polémica subestación ante la movilización social de rechazo en todo el entorno.

Fuentes oficiales de REE explicaron ayer que la subestación prevista en Bértola se retomará en el marco de un "proceso largo" que no dispone de un calendario concreto ya que es Adif la que debe definirlo. Quizás hoy se profundice en este plan.

Lo cierto es que REE ya ha comenzado a recabar los permisos necesarios y ayer mismo se hacía pública la solicitud de esta empresa ante Augas de Galicia con el fin de obtener su autorización para unas "obras en el lugar de Rial, parroquia de Santa Comba de Bértola (Vilaboa)". En concreto, se trata de la "construcción de un parque para una subestación de transporte de energía eléctrica de Tomeza (ubicación errónea pero que se mantiene en la denominación oficial) de 220 kV, con una superficie total de ocupación de 10.969,76 metros cuadrados, mediante movimiento de tierras, ejecución de drenajes, canalizaciones de servicios, construcción de edificio de mandos y casetas de relés, de vial de acceso pavimentado, tendidos aéreos y cierre perimetral".

El permiso de Augas de Galicia es necesario ya que la subestación se levantará en "la zona de policía y a 63 metros del arroyo Rial" de Bértola. Esta solicitud permanece desde hoy expuesta al público durante un plazo de veinte días y los afectados pueden formular sus reclamaciones en el Concello de Vilaboa o en Augas de Galicia.

"Acampadas" contra la obra

Durante varios años y al menos hasta 2014, los vecinos no solo de esta parroquia de Vilaboa sino de otras próximas, protagonizaron una constante movilización contra el proyecto de Red Eléctrica y Adif por las supuestas ondas electromagnéticas y otros posibles perjuicios de la instalación. Llegaron a montar acampadas en la zona de obras para impedir su ejecución, como hacen ahora en Cobres, y reclamaron su traslado a otro emplazamiento, opción que nunca fue aceptada. Finalmente, el Eje Atlántico entre Arcade y Pontevedra, que atraviesa Vilaboa, se puso en servicio en junio de 2013, hace justo cinco años, y todo el recorrido hasta A Coruña comenzó a funcionar dos años después, en abril de 2015, sin esta subestación y con una electrificación parcial procedente de las instalaciones de Santiago. Esta situación podría variar con los planes que hoy presente Adif.

Lo que sí parece claro es que los vecinos de Vilaboa, bregados en este tipo de conflictos desde que hace 20 años se intentó instalar una empacadora en el municipio, encaran ahora un nuevo frente, el de la subestación, que sumar al de los derribos.

Permisos anteriores

Pese a que el plan eléctrico ha permanecido en suspenso durante unos cuatro años, su ejecución nunca se abandonó. De hecho, REE ya había explicado en su día a los vecinos de la "urgencia" y "obligación" en comenzar esos trabajos, incluidos en la planificación energética nacional y que respondía a la necesidad de dar suministro eléctrico al Eje Atlántico. Ya en aquel entonces la iniciativa contaba con "todas las autorizaciones administrativas", si bien ahora se retoma ese proceso, al menos en lo que Augas de Galicia compete.

Fue en enero de 2013 cuando el Consello de la Xunta autorizaba la ejecución del transporte eléctrico en el municipio de Vilaboa, un proyecto que cuenta con una inversión de diez millones de euros y que permitiría consolidar las infraestructuras que dan cobertura a la red de alta velocidad en el tramo Santiago-Vigo, según se explicaba entonces.

La longitud total del eje atlántico entre Vigo y A Coruña es de 155 kilómetros, de los que 61,7 corresponden al tramo A Coruña-Santiago, ya electrificado hace tiempo. Los 93,9 restantes corresponden al trayecto Santiago-Vigo, que recibe la energía de forma incompleta, de ahí que ahora se resucite la subestación de Bértola.