Un millar de alumnos de tercer curso de Primaria de los colegios de Pontevedra comenzaron hoy las pruebas de evaluación, conocidas como “reválida”, que concluyen mañana. La escena, como en anteriores cursos, se ha vuelto a repetir, con aulas casi vacías y con muy pocos escolares examinándose.

Desde la Federación de Asociacións de Nais e Pais de Alumnos, Fanpa, se recuerda que “no son tan importes los números como los argumentos”. Rogelio Carballa asegura que “quitar las reválidas no es suficiente, ya que aunque son diagnósticas, son determinantes para cambiar de ciclo, y eso es lo que los padres no quieren”.

Las Anpas de los centros escolares pontevedreses han mostrado, en general, el rechazo a las pruebas, así como a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, Lomce. “Queremos una ley que mire más allá, que mejore las capacidades y competencias de los alumnos”, subrayan. Ante el CEIP Marcos da Portela de Monte Porreiro, los padres de los niños se concentraron ante el centro, como ya vienen haciendo desde hace tres años organizados por el Anpa O Miradoiro.

Este tipo de evaluación censal se lleva a cabo en todos los centros gallegos, mientras que las que se realizarán en sexto de Primaria y cuarto de la ESO, previstas para la próxima semana, solo tendrán lugar en aquellos seleccionados por la Consellería de Educación.