"La teoría del Origen Gallego se convirtió en una de las participaciones más importantes y llamativas de la jornada, por la novedad que supone incluirla en congresos de este tipo, científico e histórico", indican los portavoces del Congreso de la Exposición Iberoamericana de Sevilla (1929) a propósito de la participación en la misma del investigador Carlos Gegúndez (que abordó el tema del origen del navegante en relación a la citada muestra histórica) y de Eduardo Esteban Meruéndano, presidente de la Asociación Cristóbal Colón Galego.

Éste causó expectación, añaden las mismas fuentes, ya que en Sevilla la hipótesis que vincula a Colón con Pontevedra es apenas conocida, mientras que Carlos Gegúndez centró su intervención en la difusión de la teoría gallega en la obra de destacados pedagogos que reconocieron el origen hispano del nauta. Asimismo aludió a las implicaciones políticas de la teoría en el contexto previo a la Exposición Iberoamericana.

En este congreso están presentes 30 países, representados por cerca de un centenar de ponentes procedentes de Europa y América, ante los que debutó la teoría del Colón gallego.

Eduardo Esteban, que mostró escasa confianza en que los resultados de ADN previstos para los próximos meses aclaren finalmente el origen del navegante, centro su ponencia en un cuadro de Cristóbal Colón que presidió en 1929 uno de los palacios de la muestra y que, explicó el ponente, "es una evidencia de la relación con la presión mediática" que ejercieron los seguidores de la teoría gallega y que tuvo reflejo tanto en España como en América.

Se trata de temas que se recogen en el libro "Tras los pasos del Colón Gallego", que fue presentado por la asociación coloniana pontevedresa en La Habana a finales del pasado año y que ahora debuta en la ciudad hispalense con motivo del congreso.

Por otra parte, el presidente de la Asociación Colón Galego hizo entrega a la directora del Congreso, la catedrática de la Universidad de Sevilla Amparo Graciani de una reproducción del cuadro de Colón que presidió la Exposición de Sevilla en 1929 y cuyo original está actualmente en Portosanto, en Poio.