Finalmente, Poio da la razón a ADEAC. El alcalde de la localidad, Luciano Sobral, señaló ayer a FARO que el organismo encargado de otorgar las Banderas Azules expuso al Concello que la no concesión del certificado se debe a la falta de depuración de las aguas en ese punto concreto. Algo que encaja con el punto 9 de los requisitos.

"Si nos basamos en la realidad, es así. Es evidente que existe falta de depuración porque no hay depuradora", reconoció Sobral, que al mismo tiempo recordó que la calidad de las aguas en Raxó es "excelente", como así certificaron los últimos análisis de la Consellería de Sanidade.

Asimismo, el alcalde explicó que hasta ahora, "nunca hubo depuradora y siempre se concedió la Bandera Azul". "Prefiero no hablar. Es raro, porque otros años no pasó esto. No me atrevo a decir que haya una mano negra, pero... Lo mejor es no echar más leña al fuego", añadió.

Pese a este contratiempo que no estaba previsto, el regidor volvió a reiterar el compromiso del Concello para "mantener y reforzar los servicios" en esta y otra playa. "Lo preocupante sería que las aguas no fuesen recomendables para el baño", insistió Sobral. En este sentido, cabe recordar que la playa anexa, Raxó, recuperó el año pasado la certificación de calidad de las aguas, que pasaron de "no recomendables" a aptas.

Ante esta circunstancia de ausencia de depuradora, Sobral admite que recuperar la insignia será "difícil". "Este año es ya inviable. Y de cara al futuro, ya veremos. Ahora mismo es todavía pronto, aunque nos planteamos optar a otro tipo de certificaciones", expuso el alcalde.

A este respecto, el líder del ejecutivo avanzó que el Concello está valorando la tramitación para el año 2019 de otro certificados de calidad de las playas. En concreto, Sobral ya ha comenzado a tantear la opción de solicitar la "Q de calidad", una insignia similar que premia a establecimientos o lugares naturales por el cumplimiento de una serie de requisitos relacionados con el ámbito turístico.

"Las primeras valoraciones son que podríamos tener unas siete playas que encajasen en esta certificación, ya que los condiciones son más flexibles y menos exigentes", añadió el regidor,.

Pese a ello, Sobral quiso ser cauto todavía, pues esta valoración simplemente se ha tratado de un primer sondeo con una empresa encargada de realizar los trabajos para obtener estas certificaciones.