La ya exportavoz del BNG en Marín, Pilar Blanco, y el edil Alfonso Fernández, abandonaron el grupo municipal nacionalista, si bien continuarán en la corporación como concejales no adscritos. Blanco y Fernández, junto a otros 15 miembros de la candidatura con la que el BNG concurrió a las últimas elecciones de 2015, anunciaron además su baja en la formación. Entregarán su carné junto a "más de la mitad de la militancia local", calculan.

La agrupación local está integrada por medio centenar de personas, estima el exresponsable local y exconcejal Xosé María Vilaboa, que también abandona las filas del Bloque. Le acompañan en su marcha otros candidatos de la lista elegida en las elecciones de 2015, como Amparo Omil, José Manuel Pesqueira y Puerto Pérez.

Así, la única concejala del BNG en la corporación municipal será en adelante Lucía Santos Omil.

La ejecutiva nacional del BNG solicitó a la exportavoz, Pilar Blanco, que entregase su acta de concejala "con la excusa" de haber asistido a una asamblea vecinal abierta convocada por Marea Veciñal de Marín, a la que también acudieron otros militantes del BNG.

No se integran en Marea

Tanto Blanco como Xosé María Vilaboa negaron que se vayan a integrar en esa formación, si bien no descartaron que de cara al futuro puedan crear un nuevo proyecto político pensado para Marín. "No nos van a matar la ilusión de trabajar por nuestro pueblo", dijo Blanco.

Al anunciar su marcha acompañados de otros militantes y miembros de la candidatura del BNG, admitieron que sus relaciones con la ejecutiva nacional y el nuevo consello local -formado en el verano de 2017 con los votos de 13 asistentes-, venían siendo difíciles. Los dimisionarios buscaban una apertura del BNG a la sociedad marinense, en todos los ámbitos -explican-, que al parecer levantaba recelos en la cúpula nacionalista.

De hecho, apuntaron, la dirección nacionalista llegó a prohibir la entrada en una asamblea abierta del BNG de Marín a personas que no fuesen militantes, incluso siendo concejales de la formación, como era el caso de Alfonso Fernández Pose.

La dirección nacionalista les recriminó también unas mociones relativas al futuro de la Escuela Naval Militar, en la que el grupo municipal hablaba de este centro castrense como "parte de la historia de Marín", así como sobre el proyecto del Auditorio municipal, con un planteamiento que la cúpula del BNG no compartía por considerarlo "un macroproyecto".

Desde 1999

Pilar Blanco era militante del BNG desde 1999 y Xosé María Vilaboa desde 2003. El concejal Alfonso Fernández se sumó a la agrupación en las pasadas elecciones de mayo de 2015, "ilusionado con un proyecto de apertura a todo tipo de gente para trabajar por Marín", añadió Fernández Pose.

Blanco y Pose anunciaron su baja del BNG y del grupo municipal en un acto al que asistieron otros militantes que respaldan un manifiesto leído por la edil. En este manifiesto, los concejales explicaron que se mantendrán como ediles no adscritos porque la renuncia a sus actas "no haría más que evidenciar que el BNG no está defendiendo el proyecto político para Marín que presentó a la asamblea local en 2015".

Primer desencuentro

Pilar Blanco indicó que la candidatura presentada a las elecciones de mayo de 2015 "por primera vez en mucho tiempo", emanó directamente de la asamblea local y no de "comisiones electorales constituidas por unos cuantos, negando la soberanía y capacidad de la asamblea para decidir quien debe integrar la candidatura de una formación política supuestamente asamblearia". Este fue el primer punto de desencuentro entre la mayoría de la asamblea "que defendíamos abrir la organización a la mayoría social, uniendo a todas las personas que quieren mejorar la situación de nuestro municipio, y otra, minoritaría a día de hoy, más acostumbrada a ejercer un férreo control de la organización y que ya en el pasado provocó un cisma dentro del BNG de Marín que aún repercute a día de hoy", recordó Pilar Blanco.

Esta forma de entender la política que Blanco critica, se manifestó también -añade- en la reacción ante la decisión de abrir la Casa da Veiguiña (sede del BNG) a todas aquellas personas y colectivos sociales y culturales que lo solicitaran para desarrollar actividades, lo cual provocó "la desconfianza de los que ven siempre una amenaza en el que no son capaces de controlar". Ya durante la campaña electoral, añade la concejala, "sufrimos el boicot y falta de colaboración de este sector que estuvo ausente en los trabajos de campaña y que mostró su enfado ante iniciativas como la de abrir una línea de negociación con el Ministerio de Defensa para recuperar espacio dentro del recinto militar de la Escuela Naval Militar, o el compromiso de dotar a Marín de un auditorio en el plazo de dos años".

Asamblea

Pero la fisura entre "estos pocos" y "la mayoría de la asamblea", se puso definitivamente de manifiesto el día después de las elecciones de mayo de 2015, cuando se opusieron a la que las personas integrantes de la candidatura sin carné del BNG participaran en la asamblea de valoración de los resultados. El propio responsable de organización a nivel nacional, y también militante en Marín, solicitó expresamente al entonces responsable local, Xosé María Vilaboa, que desconvocara la asamblea.

Al no aceptar la dirección la forma de actuar de la asamblea, llevó a "estos pocos" a actuar de manera paralela a la organización, incluso con reuniones clandestinas, a actuando al margen del grupo municipal, explica Pilar Blanco.