Cuando se cumplen ya más de dos meses de los aparatosos registros que se llevaron a cabo en la vivienda vinculada a la familia de Julio Araújo en San Mauro, y que hicieron trascender ante la opinión pública la reapertura del caso, la nueva investigación policial y judicial sigue quemando etapas sin que por el momento hayan trascendido avances significativos sobre el paradero de la pontevedresa Sonia Iglesias.

Y es que mientras los investigadores de la Policía Nacional siguen escudriñando todas y cada una de las nuevas vías de investigación abiertas en los últimos meses, los plazos judiciales se agotan y tanto la Fiscalía como el juzgado de instrucción deberán decidir a mediados de este mes si se mantienen algunas de las decisiones adoptadas tres meses antes, cuando se reactivó el caso con mayor fuerza y con la autorización de nuevas diligencias.

Además de los registros en la vivienda de San Mauro y en un vehículo depositado en un taller de Sanxenxo (vinculado a una anterior pareja del hermano de Julio Araújo); el juzgado autorizó en secreto una serie de actuaciones de carácter técnico y tecnológico cuya duración máxima es de tres meses. El próximo 15 de mayo vence esta autorización del juzgado y se deberá decidir si se solicita una prórroga de las mismas o si por el contrario se dan estas medidas por desactivadas.

En cualquier caso, las fuentes consultadas señalaron que muy probablemente los informes y las conclusiones derivadas de estas actuaciones de carácter técnico estarán listas probablemente antes de esa fecha.

Cámaras de tráfico

Cabe recordar que las pesquisas de hace dos meses no solo se reactivaron con los registros en la vivienda de San Mauro y en el citado vehículo. Meses antes la Policía Local recibió la visita de los investigadores de la Policía Nacional que volvió a requerir las imágenes de las cámaras de tráfico de aquel 18 de agosto de 2010, mañana en la que desapareció Sonia, así como que se recolocasen los dispositivos de grabación en la misma posición que aquella jornada.

Ya en la anterior etapa de la investigación sobre la desaparición de Sonia, antes incluso del primer archivo provisional del caso, salió a la luz la existencia de algunas imágenes que supuestamente situarían un vehículo similar al que empleaba Julio Araújo en puntos de la ciudad que no coincidirían con la declaración que él prestó tanto ante la Policía como el juez. Uno de ellos sería en el puente de Os Tirantes, algo que el propio Julio negó ya en varias ocasiones como confirmó entonces su abogado, Jesús Santaló.

Uno de los objetivos de estas pruebas sería la utilización de medios tecnológicos para tratar de mejorar la calidad de las imágenes captadas ese día y comprobar si realmente era o no el vehículo que solía emplear Araújo.

Por otra parte, tanto el juzgado como la Fiscalía de Pontevedra, así como los propios investigadores de la Policía Nacional, siguen a la espera del grueso de los resultados de las pruebas de laboratorio que se realizan en Madrid sobre los vestigios y muestras recabadas por los investigadores durante los registros realizados a finales del pasado mes de febrero en la vivienda de San Mauro. Fuentes próximas al caso reconocen que algunos de los resultados de estas pruebas, los menos complejos y , ya están sobre la mesa del fiscal jefe y por el momento siguen sin arrojar "pruebas consistentes" que permitan aventurar una pronta solución del caso.

Con todo, tanto desde la Policía Nacional como desde la Fiscalía de Pontevedra insisten en que se seguirán analizando cada una de las nuevas vías abiertas con la confianza de que finalmente podrá esclarecerse el caso.

Tras aquellos registros, y la reapertura del caso, la Policía Nacional volvió a llamar a declarar a Comisaría en calidad de investigado a Julio Aráujo y a su hermano. Días después Araújo fue hospitalizado y desde entonces su estado de salud es bastante delicado aunque ya ha recibido el alta.