La oferta de suelo empresarial en el polígono de A Reigosa, en Ponte Caldelas, es permanente desde hace años por parte de Xestur, el único reducto de terrenos de este tipo que posee la Xunta en toda la comarca. No obstante, esta entidad acaba de convocar un nuevo proceso de adjudicación directa de los últimos 127.700 metros cuadrados disponibles en este parque, que acaba de cumplir siete años desde su inauguración en marzo de 2011, como continuación del pontevedrés de O Campiño, sin suelo disponible desde hace años.

Este proceso, común a varios polígonos de Xestur en Galicia, establece descuentos en Ponte Caldelas de hasta el 30% sobre el precio inicial (en otros parques esa rebaja llega al 50%), de modo que las trece parcelas aún sin comprador en A Reigosa suman algo más de 8,5 millones de euros, frente a los 12,2 de valor de ejecución. A estas cifras hay que añadir el IVA.

El precio del metro cuadrado bonificado se sitúa entre los 53 y los 70 euros, mucho más barato que los 120 euros del metro cuadrado en el polígono de Barro, que gestiona la Diputación.

Con este concurso, abierto el pasado miércoles y que estará vigente hasta noviembre, se trata de dar un impulso final a la venta de parcelas en un polígono que en los últimos años ha logrado despegar de forma notable gracias a la llegada de empresas como Aludec, Orbe, Monteverde o Cristalería Pontevedresa, entre otras muchas. De hecho, en febrero de 2014, hace apenas cuatro, solo tenía una veintena de parcelas vendidas. A día de hoy son 33 ya con comprador -y muchas de ellas ocupadas- y tres en reserva.

Hace apenas seis meses, en octubre pasado, Xestur calculaba que ingresaría en tres años 3,4 millones en tres años en el polígono empresarial de A Reigosa y el parque residencial de Valdecorvos por la venta de terrenos. El presupuesto de la Xunta para 2018 detallaba entonces una estimación de ingresos de 1.742.047 euros entre 2018 y 2020 por la adjudicación de parcelas en Ponte Caldelas. En lo que no hay cálculo alguno es para la Central de Transportes, colindante con los polígonos de A Reigosa y O Campiño, totalmente vacío desde su urbanización hace más de doce años.

En el caso de Valdecorvos, las previsiones apuntan a vender a medio plazo una de las dos parcelas aún disponibles, con unos ingresos de 1.637.000 euros, si bien en este polígono residencial se retrasa esa operación hasta 2020. No hay previsión alguna para los dos próximos ejercicios. Valdecorvos se urbanizó en su día con diez parcelas edificables. Una de ellas se cedió a Vivenda para ejecutar 132 pisos de promoción pública y otras cinco figuran como vendidas, aunque solo una está ocupada con una promoción de edificios. Dos solares más aparecen como reservados y dos parcelas están en venta, una por 1.637.000 euros y otra de 652.000 euros.

El proceso de adjudicación directa en marcha en A Reigosa detalla que se trata de las parcelas propiedad de Xestur que "quedaron desiertas en el último concurso público" de venta y los interesados pueden "solicitar la compra tal y como están configuradas en el parcelario o bien parcelas con una superficie y configuración diferentes".

Alquiler

Además de la compra directa, se mantiene la denominada "constitución del derecho de superficie", una especie de alquiler con determinadas condiciones y a precios más baratos.

El descuento del 30% que se ofrece en A Reigosa también se plantea para los polígonos pontevedreses de Silleda, Lalín y Mos, así como otros ocho de la provincia de A Coruña, pero se llega al 50% en el parque de Arbo y otros 14 del resto de Galicia, sobre todo en las provincias de Ourense y Lugo. Se trata de promocionar la industrialización en determinadas zonas deprimidas, de ahí que las iniciativas impulsadas en esas zonas puedan ser declaradas "proyectos empresariales singulares". Estos beneficios no se contemplan para Ponte Caldelas.

Central de Transportes

Mientras el polígono de A Reigosa avanza con pasos firmes, la vecina Central de Transportes continúa totalmente vacía casi trece años después de su urbanización, en julio de 2005 y solo se ha levantado en sus inmediaciones una estación de servicio low cost. La llegada de esta gasolinera, en diciembre pasado, no implicó que el resto de la central de transportes salga adelante, lo que frustra el objetivo original de dinamizar la actividad del transporte, convirtiendo ese espacio en la base de muchas empresas de la provincia. La idea era montar garajes e instalaciones para sus camiones, al tiempo que habría servicios comunes como gasolinera, cafetería e incluso oficinas y salas en una parcela reservada al efecto de 3.700 metros cuadrados.

Por ello, el Concello de Ponte Caldelas, al que pertenecen los terrenos, ya ha solicitado en varias ocasiones a la Xunta que modifique la parcelación y normas del recinto para lograr su arranque y se sume así a la buena evolución de los dos parques colindantes.