Marín es con diferencia el municipio de la comarca que más población inmigrante acoge, principalmente gracias a la actividad de su puerto y a la presencia de su industria pesquera en otras latitudes del planeta. Pero el tradicional ritmo creciente de acogida de extranjeros en el municipio está empezando a invertirse.

La Concellería de Benestar Social, con el departamento de Servizos Sociais del ayuntamiento, han constatado que el número de inmigrantes, tanto comunitarios como no comunitarios, ha descendido en su padrón de habitantes en los últimos meses, pasando de los 836 censados en octubre de 2017 a los 812 actuales.

Los inmigrantes que residen en Marín son originarios de 62 países distintos, como son Alemania, Argelia, Argentina, Armenia, Bélgica, Bolivia, Bosnia-herzegovina, Brasil, Bulgaria, Burkina Fasso, Camerún, Canadá, Chile, China, Colombia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, EE UU, Francia, Gambia, Grecia, Guatemala, Guinea, Ghinea Ecuatorial, Honduras, India, Indonesia, Irlanda, Italia, Japón, Liberia, Mali, Mauritania, México, Namibia, Nicaragua, Nigeria, Países Bajos, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Dominicana, Rumanía, Rusia, Senegal, Sierra Leona, Sudáfrica, Suiza, Tailandia, Tanzania, Togo, Turquía, Uruguay y Venezuela.

Ghana y Marruecos

Pero destacan sobre todos estos países de procedencia Ghana (con un total de 195 personas empadronadas en Marín), y Marruecos (la segunda comunidad más numerosa con 187 vecinos).

La Concellería de Benestar Social y el departamento de Servizos Sociais son los responsables de la atención y asesoramiento los inmigrantes, tanto comunitarios como extracomunitarios que llegan a Marín.

Entre las iniciativas que llevan a cabo cabe destacar las acciones formativas de refuerzo y apoyo educativo, así como las de aprendizaje de las lenguas locales, como explica su responsable, Marián Sanmartín.