El nuevo pavimento de Cruz Gallástegui se pintará con un enorme código de barras, en listas blancas y negras, cuyo significado será precisamente el nombre de esta calle. El nuevo pavimento y la creación de espacios para terrazas y para servicios tienen como objetivo reforzar el carácter peatonal de la calle, que se complementará con la aplicación de la nueva ordenanza municipal de veladores que incluye la potestad del Concello para elegir, en determinados casos, los espacios en los que pueden colocar las mesas y sillas de los establecimientos hosteleros, de cara a permitir el tránsito.

Los concejales de Obras, Demetrio Gómez y de Promoción Económica, Anabel Gulías, explicaron ayer la actuación en la calle Cruz Gallástegui que, aseguraron, está negociada y consensuada con los comerciantes y hosteleros y evaluada por los servicios técnicos municipales. La reposición del firme permite "romper con la verticalidad de la calle" indicó el concejal de Obras, diseminando las líneas de la zona de aparcamiento, calzada y aceras. Es un paso "necesario y que hicimos con la colaboración con los agentes sociales de la calle: empresarios, hosteleros, comerciantes", aseguró el edil.

La empresa Covsa, responsable de las obras de renovación de la calle, asume el reasfaltado, con el fin de corregir los problemas de mantenimiento surgidos con el pavimento, mientras que el Concello asumirá la instalación de mobiliario de las nuevas zonas de estancia.

El nuevo pintado es similar al de los pasos de peatones, en el que se dibuja un código de barras que pone Cruz Gallástegui, con líneas que entran en las zonas de estancia y con una funcionalidad idéntica a las calles de plataforma única. Mantiene además el mismo régimen de circulación, es decir, con espacio para carga y descarga en toda la calle, sin áreas delimitadas para ello y velocidad limitada a 20 kilómetros por hora.

La renovada calle acogerá una reordenación de los veladores de los establecimientos hosteleros y, con el consenso de los afectados, se va a aplicar dos de las novedades incluidas en la nueva ordenanza municipal: el Concello tiene la posibilidad de determinar el lugar donde se colocarán los veladores y puede autorizar, con el acuerdo de las comunidades de vecinos afectadas, la instalación de veladores en fachadas distintas a las propias del negocio.

Segundo explicó Anabel Gulías, los veladores ocuparán las áreas de posible estacionamiento - se perderá así las expectativas de aparcar- y dos de ellos se instalarán frente a fachadas ajenas pero respetando el escaparate de otros negocios que hay, y decir, dejando espacio suficiente para pasar.