Las séptimas Jornadas de Comunicación Institucional e Imagen Pública arranaron ayer con un intenso programa de conferencias entre las que figuró la intervención de la catedrática Dolores del Mar Sánchez, directora del Master de Protocolo de la Uned, que centró su intervención en el papel de las reinas y primeras damas, una reflexión sobre su papel institucional y sobre si el papel que realizan es el de relaciones públicas o de relaciones institucionales.

- ¿Qué papel desempeñan los consortes los jefes de estado?

-Depende de cuál es la estructura organizativa y política del propio estado, no es lo mismo el papel de la primera dama en Estados Unidos, donde la elección tiene un carácter fundamentalmente familiar, no se trata solo de elegir al presidente de los EEUU sino en realidad a la primera familia, el modelo o el ejemplo que van a seguir sus conciudadanos. La primera dama es FLOTUS (acrónimo en inglés de first lady of the United States) es decir la primera mujer de América, su papel es esencial; tiene una participación activa en el proceso electoral, participa en campaña, da discursos, no es el mero papel de acompañante. En el caso de las repúblicas en América también tienen ese papel, en algunas ocasiones incluso es utilizado como forma de hacer carrera política por las primeras damas o los primeros caballeros para luego después alcanzar cuotas de poder.

- ¿Sucede lo mismo en las repúblicas europeas?

-La cuestión es totalmente distinta, incluso en agosto del pasado año Emmanuel Macron presentó una carta de transparencia que trataba de regular el estatuto de la primera dama, intentando evitar llamarle así, pero regulando el estatuto de la persona que está compartiendo su vida. En su campaña alegó que se trata de que ellos son un proyecto común, dos personas que comparten una vida, su vida pública y la privada se confunde y ellos están al servicio de la República las 24 horas, por lo tanto lo lógico es que por lo menos tenga un servicio de apoyo y una representación.

- ¿Cómo fue acogida la propuesta del presidente francés?

-La medida fue muy contestada por todas las fuerzas políticas, de derechas y de izquierdas, y se organizó una campaña que logró más de 316.000 peticiones solicitando que esa carta de transparencia no atribuyera presupuesto alguno a la primera dama, que no fuera un cargo; en una situación de crisis y estando en votación una ley que prohibía contratar a las esposas de empleados públicos no les parecía correcto, así que el proyecto se frenó un poquito, pero aún así en agosto de 2017 se aprobó una carta de transparencia relacionada con el papel y la figura de la primera dama.

- Deduzco que en el caso de las monarquías la situación de la reina consorte cambiará absolutamente.

-Exacto, el problema mayor y que es el que ha resaltado algún medio de prensa con un carácter más bien creo que torticero, es que aquí en España existe una pretensión por parte de la reina de separar su vida pública y su vida privada llevándolo al extremo, de forma que parece que quiere ser reina durante 8 horas al día, algo que es completamente imposible.

- Ha trascendido que al parecer la reina se atribuye un papel equivalente al de un alto funcionario del Estado.

-No lo es, si lo fuese sus competencias tendrían que estar reguladas como alto funcionario, que no es. Lo que usted plantea es lo que dice La Vanguardia, que ella es un alto funcionario sin más y tiene un horario, pero la respuesta que se le podría dar en plan jocoso es que dónde están esas oposiciones ( sonríe) en realidad estamos en una situación en la que las reinas no están preparadas u orientadas para serlo, como ocurría antiguamente, cuando las princesas eran educadas para ser reinas o reinas consorte. Ahí existía una preparación interna intensa para adecuar su figura al perfil y a la imagen de la institución que es de lo se trata. Hemos permitido de acuerdo con los tiempos que el monarca pueda casarse con quien quiera, pero esa persona necesita un proceso de capacitación que ha pasado ya la reina Letizia en algunas ocasiones.

- También se ha incidido en que como madre no quiere que sus hijas estén expuestas a los focos.

-Es algo totalmente incomprensible porque los reyes no tienen vida pública y vida privada, son reyes porque lo sanciona la Constitución, en la anterior monarquía tradicional española por derecho divino, por haber nacido hijos de reyes, pero no han sido elegidos por nadie.

- Otro hecho que se recuerda es que se trata de menores.

-Sí, pero se trata de la heredera, lo cual significa que no solamente es una niña sino que es un símbolo de la monarquía, un símbolo de la continuidad de la monarquía, en ese sentido el papel de la reina Letizia como madre está supeditado a su papel como esposa del jefe del Estado.

- Al igual que la reina española otras monarquías europeas cuentan con consortes que no fueron educadas desde la infancia para desempeñar estas funciones?

-En otras monarquías, y supongo que también depende de quién es el hijo que contrae matrimonio con. En el caso de una república hay la gran ventaja de que es la persona que se presenta a presidente la que elige renunciar voluntariamente a una cuota de vida personal, privada, importante, sabe que todos sus actos van a ser mediatizados. En el caso de un rey también lo sabe pero, claro, la esposa del rey que no ha sido preparada para eso ¿es consciente de lo que está haciendo? En principio sí, porque se ha casado con, tiene que ser consciente de que no puede llevar una vida vamos a llamarle normal.

- Plantea que una diferencia esencial de la española con otras monarquías europeas es la falta de tradición?

-Por ejemplo en la monarquía inglesa buena parte de las actividades están fuertemente regladas y además enlazadas con la tradición. Nuestro problema es que esta monarquía ha sido instaurada por Juan Carlos I de acuerdo con la Constitución, en muchos casos difiere de la monarquía tradicional histórica, el propio rey Juan Carlos siempre decía que nuestra monarquía no debía nada a la monarquía histórica, porque es una monarquía nueva, renovada, en la que faltan muchos extremos por regular.

- ¿Habría que apremiar a los legisladores para establecer esas regulaciones?

-Sí, había que apremiarlos para que pueda una respuesta a las necesidades que se puedan ir planteando, por ejemplo qué pasará en caso de que el rey se divorcie como cualquier español, que contraiga unas segundas nupcias. Y habría que haberse planteado, algo que no hicieron nuestros políticos porque les parecía imposible, qué pasaría si Juan Carlos I abdicaba, algo que hubo que gestionar sobre la marcha y como sucede con frecuencia en este país, mal, estas cuestiones en una monarquía nueva como la nuestra tienen que ir gestionándose.

- ¿Qué opina del famoso rifirrafe en Palma?

-Se ha sacado de quicio, se han oído todo tipo de barbaridades, ayer me comentaban que nadie se había dado cuenta hasta que por lo visto un becario observó las imágenes y las trasladó a la prensa. Mi opinión personal es que tenemos que tener en cuenta que no se trata de un acto oficial, es simplemente una familia, que es la primera familia de España por así decirlo, que asiste a misa, ahí no hay un protocolo específico que determine cómo debe comportarse, no hay unas normas que digan esto tiene que ser así. Probablemente ellos llevaban un cronograma en el que se seguía un determinado orden, pero eso no es una alteración de protocolo alguno, el protocolo no es algo que se pueda romper, se cumple o no, y en este caso no hay normas. Es tradicional que esa salida de misa se realice, pero no es nada más que un acto privado al que asisten las máximas autoridades del estado, por eso no hay un control sobre los reporteros sino que cualquier con una cámara puede grabar. ¿Cómo fue la actuación? ¿Si hay problemas internos? Yo como profesional no puedo intervenir.

- Lo que sí le pareció es un error de imagen.

- Me pareció un acto que comunicativamente perjudica la imagen que en los últimos tiempos la Casa Real está intentando trasmitir a la sociedad, se trata de transmitir una imagen de cercanía, transparencia, de que todos los actos se graben y se emitan, es decir hay una campaña comunicativa muy acertada por parte de Casa Real y esto ha sido un tropiezo. Insisto, probablemente esto no es más que una cuestión interna de familia en la que los profesionales no debemos entrar.