Cifras preocupantes las que se refieren al número de personas mayores de 65 años que viven solas. En el área de Pontevedra se contabilizan 4.448 hogares unipersonales de este tipo, según datos facilitados por la Consellería de Política Social. Representan el 3,55 por ciento del total de los que se tiene constancia en toda Galicia, 125.000, en base a la información publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística, INE.

Son números que, debido al paulatino envejecimiento de la población, aumentan año tras año y que preocupan a colectivos como Amigos dos Maiores, que destaca que muchas de estas personas viven solas "sin contar con lazos afectivos que eviten su soledad".

Cerca del 70 por ciento son mujeres, un porcentaje que se incrementa incluso en el caso de las mayores de 85 años, recuerda Amigos dos Maiores.

En general, el número de personas mayores que viven solas o acompañadas de otros mayores, es decir, los hogares en los que todos sus miembros tienen más de 65 años, son cada vez más. Según el Instituto Galego de Estatística, IGE, en el municipio de Pontevedra ya se superan los 6.600 hogares de este tipo, que representan la quinta parte del total de las familias del concello. En la última década, se han incrementado casi un 60 por ciento, lo que sitúa a la Boa Vila a la cabeza entre las siete grandes ciudades gallegas. Actualmente hay 2.424 hogares más de este tipo que hace una década.

Una tercera categoría de hogares sería la de los que cuentan con algún mayor de 65 años, es decir, que puede vivir solo, con otros mayores o con personas menores de esa edad. Son los más numerosos, 11.700 en el municipio, un 36 por ciento del total.

"Epidemia del siglo XXI"

Para frenar y prevenir la soledad, considerada la "epidemia del siglo XXI", instituciones y organizaciones especializadas en el bienestar de los mayores deben coordinar actuaciones globales que impliquen a toda la sociedad, tal y como considera Amigos dos Maiores. Este colectivo apuesta por impulsar herramientas de participación ciudadana como el voluntariado intergeneracional y de acompañamiento afectivo. También por regenerar los lazos vecinales entre barrios y empoderar a las personas mayores como activos de la sociedad "cambiando su imagen estereotipada".

"La mejor manera de paliar la soledad es generar vínculos afectivos basados en la compañía presencial, de carne y hueso, y la amistad duradera y verdadera, sin contraprestaciones", destaca.

En Pontevedra, Cruz Roja cuenta con un servicio de teleasistencia domiciliaria que ha incrementado en los últimos años su número de usuarios notablemente. En la actualidad lo utilizan más de 300 en la comarca de Pontevedra. Son vecinos dePontevedra, Poio, Barro, Campo Lameiro, A Lama, Cotobade, Ponte Caldelas y Vilaboa. En el último año, el número de mayores que se han animado a usar este servicio creció un 3 por ciento. A nivel provincial, son cerca de 2.700 los usuarios.

Para fomentar el acompañamiento a los mayores que viven solos, la Consellería de Política Social puso en marcha el programa "Acompaño". La iniciativa se gestionó a través de la Dirección Xeral de Xuventude,Participación e Voluntariado para impulsar y propiciar la participación de personas voluntarias que deseen implicarse "en la intervención en un envejecimiento activo y saludable".

La acción voluntaria implicaba un máximo de acompañamiento de tres días a la semana y ocho al mes a la persona mayor que voluntariamente se hubiese inscrito en el programa. Cada día debía realizarse la acción de acompañamiento por un mínimo de dos horas.

Según el directorio de residencias de mayores de la Xunta de Galicia, el municipio cuenta con 136 plazas, todas en la de Campolongo. En la comarca hay tres residencias más. Una es también pública, en Marín, y otras dos privadas, aunque también tienen concierto con la Xunta, están ubicadas en Poio y Vilaboa. Entre las tres suman otras 271 plazas.

Aunque las listas de espera son largas, también hay numerosos mayores que deciden por iniciativa propia seguir viviendo en sus casas aunque sea solos para mantener su independencia.

La ampliación del Hospital Montecelo podría dotar a la ciudad de una nueva residencia para mayores dependientes, dotada con 120 plazas. Se trata de un primer uso anunciado por la Xunta de Galicia, ya hace un año y cuando todavía no se conocía el plan funcional de Gran Montecelo.

Según la Consellería de Política Social, responsable de esta área, esta residencia formaría parte de una red de siete en las grandes ciudades gallegas. En total serían 900 plazas que conllevarían 500 puestos de trabajos vinculados al sistema gallego de atención a la dependencia.

En el caso de la Boa Vila serían 120 plazas y 75 empleos, así como un presupuesto de construcción de cerca de 6,5 millones de euros.

Aunque no se ha vuelto a tener noticia desde entonces de este proyecto, por aquel entonces el gobierno autonómico aseguraba que este servicio no ocuparía todo el inmueble del viejo hospital pontevedrés. Se incluye en la red gallega "Como na casa", del Plan Estratéxico de Galicia 2015-2020. Sin embargo, está claro que las fechas en el municipio deberán variar, ya que las obras de Gran Montecelo no comenzarán hasta 2019.

En cualquier caso, esta nueva residencia pública no impedirá la construcción de otra de carácter privado a pocos metros de distancia, en la sede de la antigua comandancia de la Guardia Civil en la calle Loureiro Crespo. DomusVi, empresa líder en España del sector sociosanitario y con sede en Vigo, invertirá 7.800.000 euros en una centro para mayores, tal y como ya adelantó FARO. El complejo ofrecerá 118 plazas privadas para personas mayores con servicios especializados.