La Escola de Canteiros ya es un tema prioritario para la Diputación, pero aún queda mucho camino por andar. Esa es la conclusión de la rueda de prensa ofrecida ayer por la Unión Comarcal de Comisiones Obreras de Pontevedra, en la que se alertó sobre el descenso en la matriculación que está teniendo el centro dependiente del gobierno provincial.

"Hace poco había más de 40 alumnos y este año solo tiene 26: 11 de día y 15 en el turno de noche. Es una situación alarmante", destacó el secretario de la Unión Comarcal, José Ramón Piñeiro.

El sindicato explica esta situación por varios factores. El primero de ellos, la ausencia de una homologación de los títulos que se obtienen en la Escola de Canteiros de Poio. "Con este nuevo gobierno, parece que la Diputación está luchando por fin por lograr la homologación y que ésta sea con carácter retroactivo. Han destinado un importe del presupuesto para establecer las mejoras necesarias en la escuela. No puedes estar estudiando tres o cinco años y salir sin un título reconocido, sobre todo porque los alumnos están altamente cualificados y son demandados en todas partes", expresó Piñeiro.

Asimismo, el secretario puso el foco en la "falta de promoción de la Escola". "Para ello es necesaria más implicación, pero no es posible cuando nueve de los 12 trabajadores tienen un contrato parcial, algunos cobrando menos de 7.000 euros al año", expresó.

"Pedimos a la presidenta de la Diputación un esfuerzo para acabar con la precariedad laboral para el año 2019 porque así se podría acudir a ferias y hacer exposiciones al público o charlas, con las que se difundiría la Escola", analizó Piñeiro.

Asimismo, desde CCOO también se llamó a la "colaboración" entre Diputación y Xunta. "La Consellería de Educación debe apostar de una vez por esta Escola porque este oficio es clave para la conservación y restauración del patrimonio arquitectónico de Galicia", finalizó.