La lluvia y el viento deslucieron los alfombrados florales con los que los vecinos del barrio de A Moureira recibieron al Viático, la procesión que ayer llevó la comunión a personas enfermas o impedidas, un desfile en el que cada octava de Pascua fructifica el trabajo de numerosos feligreses que durante horas realizan las decoraciones.

Los chubascos durante la noche "borraron" buena parte de los diseños que realizaron más de un centenar de voluntarios desde la tarde del pasado sábado, un intenso trabajo para elaborar alfombrados en distintas zonas del recorrido como Xan Guillerme o la confluencia de esta calle con Jofre de Tenorio, donde se habilitó un pequeño altar en el que el desfile realizó una parada.

Tras la misa oficiada en la basílica de Santa María, la procesión partió de la fachada principal y un año más la custodia desfiló bajo el palio blanco y amarillo del gremio de Mareantes, portado por seis de sus integrantes.

El presidente de la organización gremial, José Luis Arellano Guiance, portó la insignia del Santísimo y el director de la Escuela Naval Militar el Teucro de plata. No fue la única representación del centro castrense en el desfile ya que también se sumó al mismo una escolta de guardiamarinas y la banda de música.

La lluvia hizo acto de presencia, aunque brevemente, ya iniciado el recorrido y obligó a acelerarlo, lo que no fue impedimento para que el paso de la custodia fuese saludada en algunos puntos con fachadas adornadas con tapices y pétalos.

Asimismo, se realizaron pequeños alfombrados en las puertas de las viviendas que visitó el desfile que, como recuerda la parroquia de Santa María, a pesar de ser conocido popularmente como Viático, esa denominación es "litúrgicamente incorrecta", ya que este término alude a la comunión que se lleva a los moribundos y que se puede administrar en cualquier momento del año, mientras que la de ayer fue la comunión pascual.

La Iglesia invita a comulgar por Pascua de Flores. "Mediante este gesto", indican las mismas fuentes, "tras la muerte y resurrección de Jesús los católicos mostramos nuestra unión con Cristo resucitado. Por esta razón, la pueden recibir en su domicilio o en el hospital todas aquellas personas, sean niños o mayores, que por sus circunstancias personales no hayan podido cumplir con el precepto pascual".

Javier Porro, párroco de Santa María, portó la custodia y visitó a las personas enfermas que solicitaron recibir la comunión en su domicilio. Por su parte, los fieles acompañaron con velas al sacerdote, a los integrantes del gremio y a los representantes de distintas cofradías penitenciales.

Finalmente fueron 11 las personas recibieron en su domicilio la comunión. A última hora hubo una petición no prevista y la Policía Local facilitó el cambio del recorrido del desfile, una colaboración que agradeció especialmente el gremio de Mareantes.

Y es que el Viático es la celebración más entrañable para esta agrupación emblemática del arrabal de A Moureira. "Con el Corpus es el acto central del año pero éste es el favorito porque supone llevar la comunión a nuestros vecinos enfermos y también por la colaboración de tanta personas que ayudan a elaborar las alfombras", señala José Luis Arellano.

De hecho los preparativos para la confección de los alfombrados florales (en este 2018 en forma de damero, motivos vegetales y religiosos) arrancaron hace dos semanas con los primeros acopios de materiales como el serrín, sales etc. También emplearon distintos tipos de flores y hojas en un intenso trabajo que encabezó Alberto García.

En las dos últimas ediciones del Viático se ha incrementado sensiblemente la participación vecinal en la elaboración de estos alfombrados.