Para el gobierno local no hay más problema con los composteros comunitarios que "el rechazo del PP al compostaje". La concejala Carmen da Silva, reiteró ayer que, a su juicio, detrás de estas protestas vecinales "está una estrategia del PP" de modo que "el día que aplique la sensatez y deje de oponerse a algo que la sociedad demanda y quiere, se acabará el problema". Sostiene su teoría en varios argumentos, como las razones que esgrimen los vecinos para cuestionar la ubicación de los recipientes: "Hablan de ratas, insectos, olores y permiso ambiental, las mismas que utiliza el PP". También llamó la atención sobre la presencia de vecinos de Monte Porreiro en Eduardo Pondal: "Nos piden que los instalemos en el centro urbano y cuando los colocamos, se oponen".

Da Silva dejó ayer claro que la instalación de los composteros seguirá adelante y no se dará marcha atrás como ocurrió en Monte Porreiro, y asegura que en todos los casos "hubo asambleas abiertas para los vecinos".