El mal tiempo hizo mella en el sector turístico de Poio, que no pudo firmar sus mejores cifras durante la pasada Semana Santa.

La ocupación hotelera en el municipio se quedó en un 60%, después de que muchos turistas cancelasen a última hora las reservas que tenían hechas con motivo de las previsiones meteorológicas que finalmente se cumplieron.

Pese a ello, desde la Concellería de Turismo destacan que varios establecimientos lograron alcanzar una cifra del 80% de ocupación durante estos días, que roza unos porcentajes más habituales para esta época.

En total, se acercaron a la Oficina de Turismo de la localidad 429 personas. De ellas, el 97% eran nacionales y tan solo el 3% de procedencia extranjera. Este porcentaje sí es más habitual en la Semana Santa, un período en el que las visitas suelen estar copadas por personas llegadas desde otro punto del Estado español.

De entre el turista nacional destacó, como también viene siendo habitual, el procedente de Madrid. Fueron el 22% del total. Le siguieron los llegados del País Vasco (17,85%), los gallegos (10,76%), Castilla-La Mancha (10,76%) y Andalucía (10,51%). Normalmente, los andaluces suelen ser visitantes que están más arriba en la clasificación de procedencia. En relación a los turistas internacionales, destacaron los llegados de países europeos como Alemania, Francia o el Reino Unido.

La información recogida en la Oficina de Turismo revela que la mayoría de los visitantes llegaron a Poio en coches particulares, salvo los numerosos grupos que lo hicieron en autobuses organizados.

Mientras, los turistas encuestados aseguraron que los motivos principales para acudir a Poio durante estas fechas fueron los ya habituales: el conjunto histórico de Combarro, el mosteiro de San Xoán y la gastronomía de la zona.

El pasado año, en el que la Semana Santa cayó dos semanas más tarde, la cifra de ocupación en Poio fue del 83%, 23 puntos más elevada que la de este 2018. Asimismo, acudieron a las oficinas 720 personas, casi 300 más que en la última semana.