El próximo 26 de abril se cumplirán un año del trágico naufragio del Nuevo Marcos, en frente a las costas de Combarro, en Poio, tras colisionar el barco contra una batea. El siniestro dejó tres fallecidos, el patrón del barco, Francisco Castiñeira Sabarís, de 37 años; y los tripulantes Jesús Ligero Abilleira y Florentino Carballa Viñas, de 56 años. Hubo otros dos supervivientes que son los hijos de estos dos últimos, Carlos Carballa Rosales, 23 años y Adrián Ligero (34).

Un año después, varias investigaciones tratan de dirimir responsabilidades por lo sucedido. Una ante Fomento, por parte de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM). La segunda ante el juzgado de instrucción número 3 de la capital que, por el momento mantiene la causa archivada de forma provisional, aunque esto no quiere decir que esté ya resuelta.

Y es que la causa del archivo es precisamente esperar a las conclusiones del informe que elabora la Comisión de Investigación de Fomento (CIAIM), dado que mientras el juzgado no disponga de ese informe poco más se puede hacer y así se evita que corran los plazos de instrucción de la causa.

No obstante, este archivo provisional de la causa fue recurrido por dos acusaciones particulares personadas en el caso, que ejercen familias de las víctimas, ante la Audiencia Provincial de Pontevedra. Sin embargo, el tribunal provincial, en un auto fechado el pasado 5 de febrero ha decidido mantener, por el momento, este sobreseimiento provisional pero insisten en que solo a la espera de este informe de la CIAIM.

En el auto de la Audiencia se informa de la intención de las dos acusaciones de reabrir el procedimiento, así como que se proceda a la práctica de una serie de diligencias de investigación que solicitan. Por ejemplo, piden que se recaben informes de la Capitanía Marítima de Vigo relativo "a la exigencia de adopción de medidas para garantizar la seguridad de la navegación en los accesos a los puertos de Marín, Combarro, Campelo y Pontevedra, al entender que existe relación causal directa entre la falta de señalización y balizamiento de la batea y el accidente producido". Alguna de las acusaciones entiende que se pudiera haber incurrido en un presunto delito contra los derechos de los trabajadores e interesa también que se recaben también informes de la propia Capitanía de Vigo, al Instituto Nacional de la Seguridad Social y a la Inspección de Trabajo, entre otras declaraciones.

Para alguna de las acusaciones, el sobreseimiento no se puede adoptar teniendo en cuenta que "no está agotada la instrucción, faltando por practicar diligencias necesarias para el esclarecimiento de los hechos", entre otras cuestiones.

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial no cuestiona estas afirmaciones de las acusaciones: "Cierto es que la instrucción no está agotada", explican, "pero también lo es que para poder proseguir con la misma resulta absolutamente necesario contar con el informe de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos", del que destacan que es el órgano que tiene la competencia para la investigación de accidentes como el que es objeto de este procedimiento. Un informe que tiene como fin "determinar las causas del naufragio" y que permitirá al juzgado "centrar los hechos y poder depurar responsabilidades penales si las hubiere".

"Palos de ciego"

En este sentido, las magistradas de la Sección Cuarta de la Audiencia explican que "continuar con el procedimiento abierto no sería más que ir dando palos de ciego, amén de que los plazos máximos de instrucción irían corriendo con el perjuicio que ello podría suponer".

Por último señalan que, "en definitiva, en tanto en cuanto no se conozcan con seguridad las causas del siniestro tampoco es posible atribuir responsabilidad penal, si la hubiere, a persona concreta y determinada, razón más que suficiente para mantener en su integridad la resolución recurrida", por lo que desestima los recursos interpuestos por las dos acusaciones, y mantiene el sobreseimiento provisional decretado por el juzgado pero a la espera de que llegue el informe de la Comisión del Ministerio de Fomento.

Una decisión que también comparte la Fiscalía Provincial de Pontevedra que se opuso al recurso interpuesto por las acusaciones.

El Nuevo Marcos naufragó el 26 de abril del pasado año tras colisionar el barco cuando navegaba de madrugada contra una batea ubicada cerca de Tambo. De sus cinco tripulantes tres perdieron la vida y dos lograron salvarse. Uno tras nadar hasta la costa de Combarro y otro al lograr subirse a una batea de la que fue rescatado.