Tras dos días en los que las procesiones no pudieron celebrarse por la amenaza de lluvia y los estragos que esta podría causar sobre las imágenes religiosas, Pontevedra cerró ayer la Semana Santa 2018 con la del Encuentro de Jesús Resucitado y la Virgen María, de las más importantes a nivel de fe.

No ha sido el peor año de muchos, ya que en alguno anterior apenas llegaron a salir procesiones, pero hay que reconocer que este negó a los creyentes de dos de los eventos más significativos. El del Jueves Santo no pudo salir la procesión de los Pasos, en la que participan siete imágenes y la cruz parroquial, una bella comitiva en la que se implican las siete cofradías de Pontevedra y su trabajo de todo el año.

Lo mismo ocurría al día siguiente, Viernes Santo, en la que se tuvieron que anular dos procesiones: la del Encuentro con Viacrucis Penitencial, por la mañana, y la del Santo Entierro, por la noche, que representa el momento más doloroso de la Semana Santa, con la muerte de Cristo.

Con el encuentro entre Jesucristo y su madre, escenificado en la Praza da Ferrería, se ofrece el momento más feliz de la Semana Santa, con la Resurrección. Ambas imágenes tomaron contacto en la céntrica plaza después de partir desde las parroquias de San José, ella, y de San Bartolomé, el resucitado. Como testigos, tal y como recogen las sagradas escrituras, San Juan y María Magdalena, que partieron ambos desde Santa María. Estas tres pequeñas procesiones desembocaron en una sola tras el encuentro y se encaminaron hacia San José. Pese a que comenzaban a caer algunas gotas de lluvia, que terminó cesando, se procedió a cambiar el recorrido previsto por uno más largo para deleite de los creyentes. Atravesó Michelena, Gutiérrez Mellado, Augusto García Sánchez y Campolongo.

Aleluya al caer el manto

En A Ferrería hubo sermón e interpretación del Stabat Mater y Aleluya a cargo del coro de Ex-cantores de los institutos de Pontevedra. También sonaron alegres las campanas de A Peregrina.

El emotivo momento de la caída del manto de luto negro de la Virgen al ver a su hijo resucitado quedó inmortalizado por los pontevedreses y numerosos turistas que todavía se encontraban en la ciudad con motivo de la Semana Santa. Muchas de estas imágenes serán enviadas al concurso que convoca este año la Junta Coordinadora de la Semana Santa. La ganadora ilustrará el programa y cartel de la Semana Santa 2019.