Uno de los mayores atractivos de la ruta entre Barosa y Segade será el taller de fundición de campana y metales finos. Este taller está ubicado en Arcos da Condesa y funciona desde 1630, cuando fue fundado por Felipe Blanco Ocampo.

En 1886 Melchor Ocampo trasladó el taller al lugar de Badoucos. A día de hoy, el negocio lo llevan los hermanos Ocampo. En la parroquia son conocidos como "os campaneiros".

El proceso de elaboración de las campana sigue siendo el mismo desde sus inicios. Emplean como materias primas el barro, la leña y el bronce.

Lo más complicado del proceso es la elaboración de los moldes. Se trata de tres moldes de barro superpuestos, de los que se eliminará la parte intermedia, haciendo encajar los otros, entre los quse introducirá el metal fundido.

Los moldes se entierran bajo tierra y se hacen unos regueros, por los que circula el metal fundido, que se introduce dentro del molde, por un orificio que queda abierto.

"Es un espectáculo digno de ver", comentó el alcalde de Barro, Xosé Manuel Abraldes, que recordó que últimamente el taller fabricó las campanas de la iglesia de la parroquia de Perdecanai. "Varios vecinos fueron a observar y se quedaron alucinados", destacó.

La idea que tiene el Concello de Caldas es organizar alguna visita guiada por el taller. Desde este espacio ya han confirmado que estarían dispuestos a ofrecer estas visitas aprovechando las excursiones por la ruta, aunque todavía falta profundizar más en la periodicidad y las condiciones.