Ni moratorias, ni periodos de transición. Aunque se especuló mucho sobre la posibilidad de que la industria electroquímica pudiera disponer de algún tipo de periodo de gracia para seguir produciendo cloro con la vieja tecnología de mercurio (como era el caso de Elnosa), la legislación europea clara al respecto y la propia presión de las empresas que sí habían asumido las inversiones para adaptarse a las nuevas tecnologías más limpias no dieron oportunidad y el 11 de diciembre era la fecha tope para producir cloro utilizando este metal pesado y contaminante.

Más de tres meses después, la normativa se cumple a rajatabla y todas las cloreras que no cumplían con la normativa europea han cesado su actividad en lo que respecta a la utilización de cloro. Se trata de seis de las diez plantas que había en todo el país (algunas de ellas que utilizaban ambas tecnologías), entre ellas Elnosa, que cesó la producción de cloro y mantiene ahora la de hipoclorito, para lo que no es necesario usar mercurio.

A raíz de una pregunta de En Marea en el Congreso de los Diputados, el Gobierno certifica que todas ellas han cesado su actividad el 11 de diciembre tal y como estaba previsto. El ejecutivo confirmó este parón tras realizar las pertinentes consultas a las diferentes comunidades autónomas, dado que, aclaran, son ellas las responsables de "controlar este cumplimiento".

El ejecutivo daba así respuesta a la iniciativa parlamentaria de los diputados de En Marea que preguntaban qué medidas se iban a tomar para velar por el cumplimiento de la directiva europea que ordenaba el cese de la producción de cloro utilizando mercurio. Lo hacían en relación a la fábrica de Elnosa, de la que también preguntaban sobre la situación en la que se encuentra la ejecución de la sentencia dictada en enero de 2014 por la Audiencia Nacional y que ordenaba abrir un expediente de caducidad de la concesión a Elnosa.

A este respecto, el Ejecutivo central se limita a señalar uqe el Ministerio de Medio Ambiente ya ha incoado expediente de caducidad dela concesión a Elnosa y que este "se encuentra en tramitación en la actualidad", indican en un documento fechado el pasado 2 de marzo.

Ayer mismo, el propio comité de empresa de Elnosa confirmaba que la dirección de la fábrica sigue a la espera de que Costas resuelva este expediente de caducidad. En los últimos días la plantilla mantuvo una reunión con los responsables de la clorera en la que se aprovechó para volver a preguntar por los trámites relacionados con la concesión y no hay novedades al respecto.

Costas incoó el expediente de caducidad el pasado 27de abril, es decir, se cumplían ayer once meses. El plazo máximo de respuesta (si no hay algún tipo de interrupción) es de 18 meses, por lo que el departamento dependiente del Ministerio de Medio Ambiente estaría todavía en plazo. No obstante, el cronómetro corre muy deprisa para los responsables de Elnosa, dado que mientras no esté resuelto el expediente de caducidad tampoco puede continuar adelante la solicitud de prórroga de la concesión y la actual cesión del terreno a Elnosa vence el 29 de julio de 2018.

Por lo tanto, a Costas le quedan apenas cuatro meses para resolver primero el expediente de caducidad y después la solicitud de prórroga de la concesión antes de que Elnosa pierda la titularidad de la concesión. Y saber si va a poder continuar o no en su actual ubicación es clave para que la empresa realice la inversión millonaria para que la fábrica pueda volver a producir cloro utilizando la nueva tecnología de membrana, más limpia. Un proceso que está en marcha en otras de las plantas electroquímicas del Estado que pararon su producción el pasado 11 de diciembre pero que están encontrando menos obstáculos para poder afrontar su reconversión tras el fin de la era del mercurio.