El Camino de Santiago es ya uno de los principales reclamos turísticos de Pontevedra y en esta Semana Santa ha vuelto a quedar de manifiesto, con la presencia de numerosos peregrinos, que han decidido pernoctar en la ciudad con motivo de los festivos. La Asociación Amigos del Camino Portugués, ante la elevada demanda de un lugar donde pasar la noche por parte de todos aquellos que realizan el trayecto hacia Compostela, procedió el pasado fin de semana a habilitar por primera vez este año su albergue de apoyo en el IES A Xunqueira I, que se llenó por completo. Ayer mismo volvía a contar con un importante aforo.

"Se trata de grupos numerosos para los que normalmente no tenemos cabida en el albergue Virgen Peregrina", explica Celestino Lores, presidente de la Asociación Amigos del Camino Portugués, que añade que "fue un día de overbooking, con un completo total", en referencia al pasado domingo.

El pabellón de este instituto público pontevedrés solo se puede utilizar en períodos no lectivos, puesto que es de uso educativo. De hecho, en el albergue principal, el de la calle Otero Pedraio, al lado de la estación, ya están procediendo a realizar reservas para los meses de julio y agosto para grupos.

"Por razones lógicas, de espacio y de uso de las instalaciones, los grupos grandes no pueden ir al Virgen Peregrina, ya que solo cuenta con 56 plazas. Tampoco es el tipo de gente que quiera ir a un hotel, porque para ellos esa no es la filosofía del Camino", aclara Tino Lores.

El primer día de apertura este año de este segundo albergue se llenó con tres grupos que sumaron cerca de un centenar de personas. El más numeroso estaba compuesto por 50 peregrinos llegados desde la localidad portuguesa de Porto. El segundo eran 27 caminantes que salieron desde la vecina Tui, mientras que el tercero eran 17 "scouts" de Madrid.

"El proceso habitual, ante estos números tan grandes es que los grupos nos avisen con antelación", añade Lores.

El hecho de que el albergue tradicional se quede pequeño no preocupa al portavoz de la asociación, ya que considera que beneficia en gran medida a los hoteles de la ciudad. "El año pasado, de los cerca de 70.000 peregrinos que llegaron a la ciudad solo pudimos atender a 14.000, lo que representa un 20 por ciento. El resto se alojaron en otro tipo de establecimientos, como hostales, etc", asegura.

En realidad, tal y como él explica, el albergue Virgen Peregrina, y cualquier otro del Caminio de Santiago, está pensado para gente con menos recursos, ya que los precios son económicos. Una noche en el cuesta tan solo 6 euros. Si aún encima se pernocta en el pabellón de A Xunqueira I, el precio es mucho menor, ya que no cuenta con las mismas comodidades. Se cobran el suministro de agua y luz y el uso de un colchón, que suman 4 euros por peregrino y noche. Si se decide no utilizar el colchón serían tan solo 2 euros.

El problema radica en que el Camino de Santiago ya no se hace solo por motivos religiosos, sino, en un gran porcentaje, tal y como asegura la Oficina del Peregrino en Santiago de Compostela, como experiencia social y cultural. De los peregrinos que lo realizaron el año pasado, solo un 43 por ciento lo hicieron exclusivamente por una cuestión de fe. Un 47 confesaron hacerlo por una motivación religiosa-cultural y un 9 por ciento solo como experiencia vital.

Es por ello que desde el albergue se quiere priorizar su uso por parte de aquellos que más lo necesiten económicamente, "ya que los que tienen un poder adquisitivo mayor pueden optar por otro tipo de alojamiento, que en esta ciudad tampoco tienen precios elevados", en palabras de Celestino Lores. "De esta manera no se pierde el sentido, la esencia, del albergue de peregrinos tradicional", subraya.

Las previsiones desde este colectivo apuntan a que este será un año de mucho movimiento. "Seguiremos en esta línea de gran afluencia de peregrinos hasta después de Semana Santa", predice Lores.

Por lo general, en estas fechas se pasan por Pontevedra numerosos caminantes portugueses, ya que en el país vecino cuentan con un par de días festivos más que España.

"Está claro que nosotros no tenemos capacidad para tantos, por lo que habrá que pensar en buscar alternativas", indica.

En la última década el paso de peregrinos por la ciudad se multiplicó por ocho. La principal preocupación ahora se refiere al año 2021, Año Santo, ya que la festividad de Santiago Apóstol cae en domingo. Entonces se esperan en el Camino Portugués 120.000 peregrinos, el doble de los que pasan ahora por la ciudad.