Un antiguo empleado del Banco Santander ha aceptado este martes cumplir dos años de prisión y seis meses de multa tras reconocerse autor de los delitos de apropiación indebida y falsedad en documento mercantil al haber ideado un plan para quedarse con casi 390.000 euros de clientes de la entidad.

Ángel B.S. se sentó en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia provincial de Pontevedra, aunque ya había alcanzado un acuerdo con la Fiscalía por el que asumió la responsabilidad penal de los hechos. La Audiencia le condenó en los términos acordados por las partes.

Este exempleado de banca se enfrentaba inicialmente a una petición de pena por parte de la Fiscalía de cuatro años de prisión, una multa de 1.800 euros y la obligación de reintegrar a la entidad financiera los 390.000 euros de los que se apropió. En virtud del acuerdo, la pena se vio reducida y también se le aplicó la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, pues los hechos ocurrieron hace un mínimo de cinco años.

El juicio se celebró finalmente, tan sólo para dilucidar la responsabilidad civil en la que no hubo acuerdo. En la vista, el acusado indicó que aún no ha devuelto el dinero de la entidad bancaria con el que se quedó de forma irregular porque "económicamente no podía", pues actualmente sus únicos ingresos son el subsidio por desempleo, 426 euros al mes.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, Ángel B.S., era gestor de clientes en varias oficinas del banco y, desde una sucursal situada en la ciudad de Pontevedra, diseñó un entramado encaminado a quedarse "ilícitamente" con dinero de determinados clientes utilizando diferentes operaciones en fondos de inversión y en tarjetas de crédito.