Las asociaciones de linfedema, considerada una enfermedad rara y que puede llegar a ser incapacitante, aprovecharon la jornada de ayer, Día Internacional del Linfedema, para reivindicar que la sanidad púbica de voz a las patologías linfáticas para que sean tratadas por su especialistas con diagnóstico precoz y con equipos multidisciplinares. La celebración de este día tiene como fin informar y concienciar a la población sobre esta patología, su realidad y las necesidades de quienes la sufren.

La Asociación Galega de Linfedema, con sede en la provincia de Pontevedra, se unió a esta reivindicación a través de la Federación Española de Asociaciones de Linfedema. La iniciativa también contó con el apoyo, a través de un comunicado, de la Diputación provincial.

El linfedema es la acumulación anormal de líquido en el tejido blando debido a una obstrucción en el sistema linfático que, con mayor frecuencia, afecta a brazos y piernas. Es más frecuente en las personas que sufrieron cáncer de mama o tumores que afectan a las vías urinarias.

En los pacientes que recibieron tratamiento para el cáncer en la zona de la cabeza o el cuello, el lugar más común donde se desarrolla el linfedema es este último. También puede presentarse debajo de la mandíbula, en la cara y, con menos frecuencia, en el interior de la boca.

El desarrollo del linfedema pude tener lugar de forma inmediata después de una operación quirúrgica o radioterapia o puede manifestarse meses e incluso años después de que finalice el tratamiento para el cáncer. Esta dolencia afecta a uno de cada 6.000 niños y se estima que en España hay en torno a 800.000 personas con esta enfermedad.

En el área sanitaria de Pontevedra se puso en funcionamiento en el año 2016 lo que se conoce como la Escuela de Linfedema, en la que los pacientes que lo padecen son asesorados sobre buenos hábitos y ejercicios que frenan el avance de la enfermedad y la pueden llegar a evitar.