Los agentes desplazados desde Madrid a Pontevedra para trabajar en el caso han comenzado a regresar a la capital española, de modo que no se espera que se produzcan nuevos registros a corto plazo.

A la espera de una decisión judicial respecto al caso reabierto sobre la desaparición de Sonia Iglesias, la Policía trabaja en un exhaustivo análisis de las pruebas halladas tanto en la casa familiar de los Araújo en San Mauro como en las del coche abandonado en un taller de Vilalonga que perteneció a una anterior pareja de David Araújo.

En los análisis han participado las brigadas de la Policía Judicial y Científica en la Comisaría pontevedresa, a la que los dos hermanos acudieron citados el pasado miércoles, acogiéndose a su derecho de no declarar.

Los vecinos, pendientes

En cualquier caso, los vecinos de San Mauro siguen a la expectativa sobre cualquier tipo de movimiento, tanto en la casa registrada como en el propio cementerio.

Hasta el momento, los dos investigados, Julio y David Araújo, lo son solamente con carácter policial, puesto que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia confirmó que, por ahora, no hay ningún investigado de tipo judicial.