El mutismo a través de las fuentes oficiales respecto a la reapertura y desarrollo del caso Sonia Iglesias es absoluto. Ni la Policía Nacional ni la Fiscalía ni el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ofrecieron información nueva ayer a los periodistas.

Desde el Tribunal Superior de Xustiza se aseguró que la magistrada titular del juzgado de instrucción 3 que lleva el caso advertía de que no se iba a trasladar ningún tipo de información en torno al operativo, dado que las nuevas diligencias están declaradas secretas y al entender que "cualquier información puede afectar negativamente a la causa".

El propio comisario provincial de Pontevedra, Manuel Bouzas, fue abordado por los periodistas en varias ocasiones durante la mañana de ayer, cuando más expectación se generó debido a que varias fuentes extraoficiales aseguraban que tanto Julio Araújo como su hermano David se encontraban ya en el interior de la Comisaría, concretamente, en la planta tercera.

"No puedo hacer declaraciones", aseguraba Bouzas, para acto seguido confesar que "la cosa está muy complicada". Lo único que llegó a afirmar es que "no hay nadie detenido".

Sin embargo, ya por la tarde, cuando ambos investigados abandonaron las dependencias policiales el comisario decía "no sé nada" al ser preguntado por si la investigación que se estaba llevando a cabo era policial o judicial.

En cualquier caso, el movimiento en la calle Joaquín Costa, donde se ubica la Comisaría, fue continuo durante todo el día, especialmente ante la puerta principal.

Traslado de cajas

También ayer hubo traslado de material obtenido en los registros de la casa familiar de los Araújo en San Mauro, en la que este y Sonia Iglesias habían vivido al inicio de su matrimonio.

Se pudo ver a agentes tanto llevando al interior de la Comisaría varias cajas con indicios recogidos el día de ayer como a una furgoneta policial ante los juzgados de A Parda, a donde llevaron los del registro del pasado martes, para ponerlos a disposición de la jueza.