"Julio no trabajaba, le cogía dinero a Sonia e imagino que sería para sus vicios: fumar, beber, salir, creo que también para máquinas tragaperras", relató ayer la hermana de Sonia, Mari Carmen Iglesias, a Antena 3. La portavoz de la familia indicó que en el momento en que Sonia desapareció -agosto de 2010-, Julio Araújo sabía que tenía que abandonar la vivienda que hasta ese momento compartía con la víctima.

La pareja acordó que harían efectiva la separación tras la primera comunión de su hijo, que acababan de celebrar. Acuerdo que Julio Araújo negaría posteriormente en la Comisaría, según apuntó Mari Carmen Iglesias.

A preguntas de los programas de televisión Espejo Público (A3) y Desaparecidos (TVE), Mari Carmen Iglesias aseguró que tanto Julio como su familia tenían contactos en Portugal y valoró como "un sexto sentido que tienen las madres" el hecho de que la suya preguntase en cierta ocasión a Julio si había contratado a un sicario para acabar con la vida de Sonia.

En este relato, Mari Carmen Iglesias también confirmó que Julio Araújo habría amenazado a Sonia con darle mala reputación en Pontevedra si consumaba la separación. Sonia Iglesias trabaja de cara al público en un conocido comercio de la calle Benito Corbal, por lo que crearle "mala fama" en la ciudad le afectaría en su trabajo, como explicó la hermana de la víctima.

Moratón

Mari Carmen Iglesias narró también que su hermana tenía el día de la Primera Comunión de su hijo un "moratón" en el cuerpo, que explicó a la familia diciendo que se había tropezado y se había caído al salir con prisas de casa camino de la peluquería.

En este programa de televisión, el ex jefe de investigación del caso, Serafín Castro, situó una llamada telefónica de Julio Araújo en la zona donde se encontró la cartera de Sonia Iglesias días después de su desaparición.

Antena de telefonía

Esta cartera fue localizada y entregada a la Guardia Civil por un vecino del lugar de O Vao, donde una antena de telefonía situó momentos antes una llamada telefónica de Julio Araújo.

La interpretación que el policía hace de esta circunstancia es que "Julio estaba en el radio de acción de esa llamada y muy bien pudo haber tirado él directamente la cartera", manifestó el ex comisario de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), que a continuación matiza que esta circunstancia es una mera sospecha de la Policía que nunca pudo demostrar. "Si lo hubiésemos podido demostrar otro gallo cantaría", explica el ex jefe de investigación del caso.

El ex responsable de la investigación apuntó además que Julio Araújo siempre se mostró firme e imperturbable en sus declaraciones y que ante las acusaciones de los agentes de Policía se limitaba a contestar que "eso lo dice usted; demuéstrelo".