38 años. Extrovertida y de trato afable pero, por encima de todo, "una buena madre". Así esbozaban en su entorno a la joven Sonia Iglesias. Una vecina de Pontevedra a la que se le perdió la pista el 18 de agosto de 2010, cuando decidió ir andando al trabajo. Con toda la ciudad patas arriba, una familia rota y Policía Nacional y Guardia Civil trabajando contrarreloj, nunca se resolvió el misterio.

En 2015, la Audiencia procedía a archivar el caso. Por el camino, decenas de interrogatorios e innumerables horas de una investigación que nunca llegó a buen puerto. Sin embargo, durante todo el proceso, la pareja de la joven estuvo bajo la sombra de la sospecha. Fue él quien dio la alerta de la desaparición. La familia, de hecho, nunca ha dejado de señalarle. Julio Araújo, que hoy presencia cómo la Policía Judicial registra una parcela de su familia en busca del cuerpo de la mujer, que llegó a estar imputado.

Soni Iglesias estaba en aquel verano a punto de separarse, según relató su entorno. La pareja tenía un hijo de 8 años al que su madre adoraba. Pese a las tensiones de aquellos días por su situación sentimental, ella mantenía una actitud positiva y cumplir con sus obligaciones como siempre. Vecinos de Sonia y de sus padres, en el barrio de Monte Porreiro, apuntaban que la relación fue en ocasiones "conflictiva" aunque no existe constancia oficial de incidentes entre ambos.

Sonia Iglesias tiene muchos conocidos en la ciudad ya que trabaja en una tienda de Massimo Dutti, en la calle Benito Corbal y su pareja es miembro de una familia con negocios en la capital. Ella era una mujer con una vida pautada, preocupada por su hijo - "no lo abandonaría jamás" recalcaba una de sus vecinas- y que, tal como indicaba el gerente de la tienda en donde estaba empleada, "siempre venía a su hora de trabajar y nunca hubo quejas de ella". Una afirmación que compartían sus compañeras.

Quienes la conocían, destacan que era una chica extrovertida, que le gustaba divertirse con sus amigos, de trato afable -"aunque con su genio como todos" indicaba una allegada- y que por encima de todo era una "buena madre", Por este motivo, habría esperado a que el chiquillo hiciese la Primera Comunión para plantear una separación. "No quería amargarle un día tan feliz".

En los últimos tiempos y tras las tensiones inherentes a una crisis matrimonial Sonia habría conocido a otro joven con el que estaría iniciando una nueva relación sentimental.