La "guerra del agua" está servida de nuevo, pero esta vez no es entre los concellos que se abastecen del Lérez -aunque Sanxenxo sí recurrió el concurso convocado por Pontevedra- sino entre los grupos municipales a raíz del primer informe técnico elaborado para evaluar las diez ofertas que optan a este jugoso contrato de unos seis millones de euros por veinte años.

PSOE y PP ya han puesto en cuestión esta primera documentación, que será objeto de debate mañana en la mesa de contratación convocada al efecto. Los socialistas, que insisten en su idea de que se estudie la gestión directa en vez de la privatización, critican que sea una empresa privada, y no los técnicos municipales, la que haya analizado las ofertas.

En ese punto también inciden los populares, pero van más allá y declaran su "sorpresa" por el hecho de que "de las diez ofertas presentadas, la mejor puntuada es curiosamente la actual adjudicataria, con una puntuación tan destacada que deja a la segunda a 7,51 puntos, y a 11,84 de la última, una diferencia de puntuación que deja casi sin relevancia las ofertas económicas, que aún no se abrieron" y que se conocerán el viernes.

El PP dice que "resulta especialmente curioso que esta puntuación sea el resultado de puntuar cuestiones que dependen de juicios de valor y no de criterios objetivos y automáticos, y que además no fue realizada por funcionarios públicos sino por una empresa privada".

No da a conocer el informe

El PP, que no da a conocer el informe propiamente dicho, sí indica que ese documento "contiene detalles tan alarmantes como que en uno de los criterios, el que evalúa el Proyecto de organización de los servicios, la actual concesionaria recibe 21,90 puntos, cuando el máximo según el pliego es 21. Sorprende que en otro de los criterios, en el que la máxima puntuación es 18 puntos, esa misma firma destaque con 17,35, mientras que el promedio del resto de empresas ofertantes está tan solo en 12,21 puntos".

Este "guerra" sobre el futuro del servicio ya comenzó el mismo día en el que se conoció el nombre de las diez empresas aspirantes, con comentarios en el sector referentes a la situación judicial de la actual concesionaria y supuestas advertencias sobre hipotéticos recursos futuros. En este ciclo de comentarios también ha entrado el PSOE con una nota en la que se critica que sea una empresa privada la que valore las ofertas y que concluye diciendo: "De continuar para adelante esto, puede acabar como el rosario de la autora y levantando muchas sospechas".