La empresa contratada por la Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo ultima los trabajos de reparación del deteriorado muro de la calle Otero Pedrayo, que sirve de contención de los terrenos del albergue de peregrinos. Las previsiones recibidas por la fundación que gestiona este servicio es que esas obras podrían estar finalizadas entre el viernes o el próximo lunes, según indicó ayer su presidente, Celestino Lores.

De este modo, la reapertura de la calle podría producirse en cuestión de días. No obstante no hay una fecha concreta para permitir de nuevo el paso de los coches, prohibido desde el 28 de diciembre por el riesgo de desplome del muro ya que entre las actuaciones previstas está el reasfaltado de la calle y no se sabe si se ejecutará inmediatamente después de la reparación del muro o se dejará para más adelante.

Sea como sea, los trabajos en ese muro ya se encuentran en su fase de reconstrucción y en la tarde de ayer estaban muy avanzados, mientras que la calle Otero Pedrayo continúa cerrada a los coches y con el poso limitado para los peatones. Tras la recolocación de todos los bloques de piedra, que podría concluir esta semana, ya sería posible reabrir la calle, ya que los trabajos posteriores (rellenar de tierra el hueco interior) ya no afectarían al tráfico.

La Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo, titular del muro y del terreno del albergue, inició los trabajos hace unos diez días aproximadamente con la comprobación del estado de los grandes bloques de granito, para después proceder a su desmontaje.

A mediados de diciembre se descubrió que el muro presentaba un serio abobamiento, que se atribuyó en un principio a una acumulación de agua procedente de una canalización deteriorada de aguas pluviales, deficiencia que se confirmó en los análisis posteriores.

La calle Otero Pedrayo es paso obligado de los peregrinos del Camiño Portugués hacia el albergue, si bien en estas fechas el flujo de caminantes no es excesivo. De hecho, el corte del vial coincidió en su día con el cierre temporal del recinto durante las navidades, pero poco después reabrió con normalidad ya que los fallos del muro no afectan a la estructura del edificio, según se constató en las inspecciones técnicas. En el albergue se adoptaron medidas preventivas, como el vallado de parte del jardín más próximo a la pared afectada.

Se da la circunstancia de que el cierre de la calle Otero Pedrayo por estas deficiencias llegó pocas semanas después de otro corte de varios días que se produjo en ese mismo vial, pero esta vez por las obras de mejora del saneamiento del río de Os Gafos, que discurre por esa zona. Para ello fue necesario abrir una zanja por el medio del vial, una de las razones por las que el Concello solicitó el reasfaltado que condiciona la fecha concreta de reapertura al tráfico.