El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores visitó este viernes las obras de construcción del primer campo de hierba sintética que el Concello instala en las parroquias del rural: en Chan do Monte, parroquia de Cerponzóns. Comprobó el buen ritmo de los trabajos que podrán estar rematados en el mes de abril y que supondrán un cambio sustancial en la dotación deportiva de la parroquia, y también del municipio.

"La obra va avanzada. En este mes, podrán tener colocada la hierba sintética. Y ya están todas las instalaciones para el riego, para las torres de electricidad, etc.", explicaba el alcalde, que también destacó que se está avanzando en la construcción de los nuevos vestuarios y de la cantina. El proyecto tiene un presupuesto de 864.972,38 euros, adjudicado a la empresa Prace.

Fernández Lores subrayó que "este es un cambio sustancial de una equipación que permitirá que Cerponzóns tenga un campo con usos, también, para otros equipos de la ciudad, donde hay una masificación absoluta". El propósito es "sacarle la máxima rentabilidad a la instalación", manifestó.

Destacó que este nuevo campo "forma parte de una actuación que el Concello promueve en el rural". El siguiente en iniciarse será el de Santa María de Xeve, en el lugar de Gatomorto, para después continuar con el de Ponte Sampaio y Campañó.

De hecho, anunció que el de Cerponzóns y Santa María de Xeve deberían inaugurarse este año, e incluso los otros dos "ya que son seis meses de plazo", tiempo suficiente para ejecutarlos en 2018 si la licitación se hace en plazo, "sino podrán rematarse a principios de 2019".

Los campos de Cerponzóns y de Xeve están incluidos en el convenio firmado con la Diputación provincial en el que la institución provincial asume el 80% del coste y la administración local financia el 20% restante, además de redactar los proyectos.

El proyecto del campo de fútbol de hierba sintética de Cerponzóns contempla un terreno de juego de una superficie de 105 por 63 metros, es decir, permitirá la creación de un campo de fútbol 11 y dos campos de fútbol 7. Se creará con materiales recomendados por la FIFA para poder ser utilizados en competiciones oficiales.

El complejo también dispondrá de un edificio de vestuarios (se derribará el actual) de 392 metros cuadrados con cuatro vestuarios para jugadores, dos para árbitros, enfermería y almacén para aparatos de fútbol, limpieza y otros elementos. También dispondrá de una sala de instalaciones.

Se construirá un segundo edificio -más pequeño- que sustituirá a la actual cantina, que también se derribará. Tendrá aseos y nuevos accesos.

Serán edificios de líneas rectas, sencillos, de hormigón sin que destaquen demasiado para que no invadan el paisaje. Llevarán una pared de vidrio, que será la que da al campo. Y todo el edificio estará recubierto de una celosía metálica que impide la visión de fuera hacia dentro. Permitirá la entrada de la luz durante el día y hacer de él un edificio eficiente durante la noche.

El tejado será de una piedra granítica y transitable. Se separa el acceso de los deportistas y del público, y el complejo tendrá agua caliente de una caldera de biomasa.

En su visita, el alcalde estuvo acompañado de los concejales de Obras y Deportes, Demetrio Gómez y Anxos Riveiro, así como del director del servicio de Deportes municipal, Jaime Agulló, de los técnicos municipales responsables de la obra, del equipo redactor del proyecto y de los responsables del Club Cerponzóns que, una vez construido, se harán cargo de su mantenimiento.