Situación difícil la que se vive estos días en el Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, que ha tenido que aplazar varias intervenciones quirúrgicas programadas, ahora sin fecha en perspectiva.

La gripe, y el aumento generalizado en los ingresos que conlleva esta enfermedad, especialmente en la población mayor, está pasando factura a los hospitales de Pontevedra. En el de Montecelo las operaciones vía quirófano que han sido anuladas en los últimos días han sido una clara consecuencia directa de la falta de camas propiciada por el incremento de los ingresos por el virus y otros procesos infecciosos propios de la estación de invierno. A esto hay que sumar ahora que el quirófano número 2, mayoritariamente de intervenciones de Traumatología, se encuentra parado al sufrir una avería en una lámpara. No se trata de una reparación fácil, informaron fuentes sindicales, porque es material de cierta antigüedad. "El problema es que es un quirófano con mucho movimiento", señalan estas fuentes.

Asimismo, fuentes de la gerencia del CHOP confirmaron este punto y que se estaba procediendo a su reparación.

Ayer mismo se suspendió una intervención por una hernia bilateral. En este caso fue, tal y como aseguran trabajadores del hospital, por la falta de una cama que adjudicar al paciente.

"El servicio de Urgencias está a tope. Como siempre, hay muchos pacientes en pasillos y los boxes están colapsados", explican desde los sindicatos.

Aunque los tiempos de espera no están siendo tan largos como en otras ocasiones, sigue habiendo muchos casos de gripe, cuyo pico máximo todavía no se ha alcanzado oficialmente.

La gerencia del complejo hospitalario, que ayer reconocía que esta semana "ha habido una gran demanda en Urgencias", ha procedido desde finales del año pasado a reforzar este servicio. Ayer mismo se reforzó el de Enfermería. Sin embargo, todos los esfuerzos parecen ser pocos y las quejas, tanto por parte de los pacientes y sus familiares, como por la de los trabajadores son continuas.

Lo que peor llevan los afectados son las horas esperando, especialmente cuando deben ser ingresados. La falta de cama prolonga su permanencia durante horas y días.

"De momento no hay camas, se están ocupando las que quedan vacías por las altas de la mañana y no hay más", informan en Prosagal.

Una de las medidas que se tomaron, tal y como aseguran desde la CIG, es que se pidió la anulación de "peonadas", intervenciones quirúrgicas por las tardes, para evitar agravar el colapso y la falta de camas.

Todas las plantas del hospital, desde la tercera hasta la séptima, donde se procede a la hospitalización, están llenas y en las zonas que se habilitaron a mayores para disponer camas y camillas por pacientes llega a haber hasta tres por estancia. Es el caso del área de Cirugía Mayor Ambulatoria, CMA. Los trabajadores sanitarios se muestran preocupados por el posible contagio entre enfermos.