El nuevo edificio es "un gran volumen, cuasi cuadrado en todas las plantas, salvo en hospitalización, con grandes patios interiores descubiertos que ordenan el programa y los usos". Sanidade indica que "una retícula estructural, optimizada en su dimensionado, refuerza ese orden a la vez que permitir cambios futuribles sencillos, lo que redundaría en la vida útil de la edificación. Existen descripciones de circulaciones públicas y privadas de todas las plantas, así como zonificaciones. Los flujos entre lo nuevo y lo existente conectan, con diagramas de públicas, privadas y funcionales con un buen resultado".

Eso sí, "las únicas circulaciones comunes que no se clarifican son las del edificio existente en planta de salida de residuos, lo que en parte mantiene alguna de las problemáticas actuales a ese nivel".

Al igual que otras propuestas, "interpreta que el plan funcional admite un bloque quirúrgico dividido entre Cirugía Ambulatoria y quirófanos programados disponiéndolos de modo cercano con duplicidad de algunos servicios: Recuperación y Reanimación, pero permite, con la configuración de las circulaciones internas, funcionar como un solo conjunto unitario".