Eusebio Otero recibía a FARO al mediodía de ayer justo después de hablar con el seguro. El vecino de Tombelo destacaba que la presencia de la compañía le "alivió", ya que "las horas pasaban y nadie aparecía por aquí". "Quedaron en venir y vinieron", explicó Otero.

Sin embargo, con lo que no estaba muy de acuerdo este vecino de la parroquia de Noalla era con la valoración que el perito le había hecho de los daños causados por el tornado. "Me dan 3.500 euros por todo. Eso no me llega para nada, pero...", se lamentaba el hombre.

Este residente repasó el balance de daños: "Tanto el alpendre en el que guardaba alimentos y herramientas como el cobertizo donde tenía maquinaria se vinieron abajo. Pero como una de las construcciones está muy alejada de la casa, apenas le dan valor".

En este sentido, el vecino de Tombelo se resignaba y aseguraba que, "seguramente", tendrá que aceptar la cantidad propuesta por la aseguradora.

Eusebio Otero hizo también un repaso al fatídico miércoles: "Yo estaba en el médico en Portonovo. De repente, escuché un trueno enorme. Y poco después me llamó mi mujer. Por desgracia, somos nosotros dos solos, así que vine porque ella estaba muy nerviosa".

El hombre asegura que tuvieron "suerte" porque su mujer no se encontraba en el exterior en ese momento. "Cuando pasó todo y salió a ver qué había sucedido, se asustó muchísimo", destacó.

Eusebio destacó que otros muchos vecinos de la zona no sufrieron daños debido a lo localizado que fue el tornado, aunque otros sí tuvieron incidencias: "Una mujer fue a reclamar al Concello porque le cayeron tejas de una escuela en ruinas que tiene al lado de su casa".