line-height:115%">"Arial",sans-serif">La Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber han anunciado este lunes el registro de una solicitud de información para conocer el coste de alquilar animales para la Cabalgata de Reyes en sus ediciones de 2015, 2016 y 2017, además de preguntar por el origen de caballos y camellos que desfilaron por Pontevedra en los últimos años.

line-height:115%">"Arial",sans-serif">Los animalistas, que sospechan que el transporte de los animales se realiza desde un circo de fuera de la comunidad autónoma, señalan que la propia Pontevedra se declaró municipio "libre de circos con animales", entrando en contradicción con la pervivencia del uso de seres vivos en las cabalgatas de la ciudad.

line-height:115%">"Arial",sans-serif">En este sentido las organizaciones señalan que por primera vez el Concello de Pontevedra ha consignado fondos económicos para desarrollar un protocolo de recogida de animales abandonados, toda vez de la presión ejercida por el grupo municipal de Marea y los propios colectivos, y sería un paso importante la renuncia al uso de animales en eventos públicos.

line-height:115%">"Arial",sans-serif">La muerte de un caballo en la cabalgata de Terrassa, en la provincia de Barcelona, y las polémicas recientes en diferentes localidades tinerfeñas, evidencian que el debate sobre la utilización de especies como caballos, dromedarios, camellos e incluso elefantes se está asentando en la ciudadanía y en el campo político.

line-height:115%">"Arial",sans-serif">Así, las organizaciones entienden que Pontevedra y su gobierno local tienen buenos ejemplos en la propia comunidad, con el diseño de recorridos en A Coruña, Ferrol o Santiago de Compostela que han sustituido el empleo de animales desde 2015, o los formatos de Ourense y Lugo, que también prescinden de équidos.

line-height:115%">"Arial",sans-serif">La renuncia de los animales en las próximas Cabalgatas también servirá para reducir o incluso eliminar el convenio que el Concello de Pontevedra mantiene con los dueños de la plaza de toros, y por el que el gobierno desembolsa decenas de miles de euros cada año.