Los Reyes Magos repartieron un total de dos toneladas de caramelos a su paso por Pontevedra. Tanto en la recepción en el pazo de A Pedreira como durante la Cabalgata en donde sus pajes no pararon de lanzar golosinas desde las carrozas. Además, según explicaron desde el Concello de Pontevedra, todos los caramelos eran aptos para celíacos. A mayores, los que se repartieron por la mañana en Mugartegui eran todos libres de azúcar, por lo que también podían ser consumidos por niños con diabetes. Finalizada la Cabalgata, los Reyes dejaron los sacos ya vacíos de caramelos y los llenaron con los miles de regalos que fueron dejando de madrugada en los hogares de todos los pontevedreses y de los niños de todo el mundo.