El Chucuruchú, la popular procesión de la Octava del Corpus en Santa María, sirvió de inspiración en los años treinta del pasado siglo a Antonio Iglesias Vilarelle para componer una partitura del mismo nombre, una suite en tres movimientos que plasmaba esta tradición y que se estrenó en 1939 en Lisboa.

El autor fue una de las personas que contribuyó decisivamente a asentar las bases del Seminario de Estudos Galegos y también del Museo de Pontevedra, en el que ayer se presentó esta edición de la partitura de Iglesias Vilarelle, revisada ahora a instancias del Consello da Cultura Galega.

El Museo capitalino custodia la documentación necesaria para esa edición, cuya presentación encabezó la vicepresidenta del Consello da Cultura, Rosario Álvarez. También participaron en el acto el profesor Luís Costa y José Antonio Cantal Mariño, profesor del Conservatorio Superior de Música de Vigo y autor del estudio crítico que acompaña a la partitura.

Ésta fue compuesta en 1937 con dirección y arreglos sobre el original de Luís de Freitas Branco y ya pudo ser disfrutada por los aficionados a la música el pasado año 2015 en el concierto de las Letras Galegas celebrado en Pontevedra en memoria de Xosé Filgueira Valverde.