El punto de encuentro familiar de Pontevedra, dependiente de la Xunta de Galicia, ofrece actualmente este servicio a 67 casos. A mayores, otras 11 familias permanecen en lista de espera para poder acceder a esta forma de mediación.

Todos ellos son casos en los que se preserva la relación entre los menores y las personas de sus familias en situaciones de crisis. Los puntos de encuentro familiar fueron creados por la Consellería de Política Social para garantizar la seguridad y el bienestar de los niños y, sobre todo, facilitar el cumplimiento del régimen de visitas. La ley gallega para la prevención y el tratamiento integral de la violencia de género garantiza la existencia de estos lugares físicos, que fueron creados en 2001 en las siete grandes ciudades gallegas. El de Pontevedra se encuentra en la zona lateral del edificio de la Delegación Provincial de Sanidade, en la Avenida de Vigo. El servicio cuenta en la ciudad con tres trabajadoras, dos psicólogas y una trabajadora social, y está establecido que pueden hacer uso de él familias de toda la provincia, ya que debe ser siempre el punto más próximo al domicilio del menor.

Maica Piñeiro es la coordinadora del centro pontevedrés. Recuerda que este servicio se dirije a aquellos supuestos establecidos por vía judicial. "Ahora mismo contamos con 67 casos, o, lo que es lo mismo, 67 familias. Es un número que depende de los horarios establecidos", explica.

El punto de encuentro realiza diferentes tipos de intervenciones. "Tenemos visitas supervisadas y entregas y recogidas", informa la coordinadora, que destaca que hay poco más de una decena de familias en lista de espera.

"El proceso para causar baja en el punto de encuentro, por lo general, suele ser a los dos años, que es cuando se solicita al órgano derivante. Pero a veces esto no es posible, porque son casos que vienen derivados de violencia de género o casos de menores tutelados. En esos casos es ese órgano el que tiene que intervenir y pueden estar durante más tiempo", explica.

El objetivo final es establecer los vínculos necesarios para el buen desarrollo psíquico, afectivo y emocional, así como conseguir la normalización de las relaciones familiares, de manera que el recurso llegue a ser innecesario.

Cada resolución establece los horarios para cada familia, de ahí la variación en el número máximo de usuarios. De hecho, ahora hay esas 11 en lista de espera, pero hace un año el número se doblaba, ya que se superaban las 20.

El volumen de familias que hacen uso del punto de encuentro ha aumentado con los años, "y también el de visitas supervisadas", confirma Maica Piñeiro.

"El punto de encuentro es importante porque con su existencia se garantiza el cumplimiento del régimen de visitas. Nace precisamente para eso, para cuando hay una resolución", subraya.

Varios espacios diferenciados

Las instalaciones de Pontevedra cuentan con una sala de espera, otra con televisión, una cocina, un cuarto de baño con ducha y tres habitaciones de juegos para diferentes franjas de edad de los menores. La de los más pequeños tiene incluso una zona de psicomotricidad. La de los niños de algo más de edad es la más amplia y la que cuenta con más juguetes. Por último, la de los adolescentes tiene futbolín, mesa de ping-pong y juegos de mesa acordes a estas edades. Todo ello busca facilitar un entorno lo más agradable posible para los menores.

El hecho de que haya una cocina con microondas se explica porque los niños, en función del horario establecido, deben pasar la tarde o la mañana y se respetan los tiempos de las comidas.

Los menores pueden acudir acompañados de unos u otros familiares, "es una circunstancia que marca la resolución judicial", aclara la coordinadora del centro pontevedrés.

Los usuarios, según marca la ley, son "miembros de las familias en las que exista algún tipo de problema relacionado con el cumplimiento del régimen de visitas, así como los de familias con riesgo de situaciones de violencia".

Los puntos de encuentro familiar pueden ser de titularidad de las administraciones públicas, que gestionarán estos servicios directamente, o a través de la gestión indirecta. En Pontevedra la entidad que presta el servicio, a través de una licitación pública, es Eulen, aunque, en última instancia, el organismo titular es la Consellería.

El horario de atención en la Avenida de Vigo es de miércoles a domingo de 10 a 14 y de 16 a 20.30 horas. Los lunes y martes las instalaciones permanecen cerradas.

"El punto de encuentro es una figura importantísima que hay que potenciar y coordinar con todos los servicios", concluye, por todo ello, Maica Piñeiro.