"Tiene un gran poder de convicción, facilidad de palabra y una capacidad asombrosa para ganarse la confianza de su interlocutor". Estas son las características de un timador al que acaba de dar caza la Policía Nacional después de que perpetrase al menos seis estafas en la comarca de Pontevedra en la que desplumó a otros tantos vecinos haciéndose pasar por un empresario que necesitaba dinero en metálico urgente y en billetes pequeños. El hombre es un sexagenario natural de Ourense que ya cuenta con múltiples antecedentes policiales, algunos por delitos similares a este.

Según explican desde la Policía Nacional, los hechos se remontan al día 8 de noviembre cuando se presentaba una denuncia en la comisaría de Marín en la que un hombre declaraba haber sido víctima de una estafa. Al parecer, cuando se encontraba en una parada de autobús de Pontevedra un coche se detuvo a su lado y el conductor le invitó amablemente a subir y se ofreció a acercarlo a Marín.

Dueño de gasolineras

Durante el trayecto el conductor fue engatusando a la víctima asegurándole que es propietario de diversas gasolineras y que necesitaba dinero cambiado en billetes pequeños de forma urgente. Al llegar a Marín invitó a un café a la víctima y continuó una animada charla reiterándole nuevamente que tiene problemas de cambio de dinero para llevar a sus gasolineras. Tras ganarse la confianza del denunciante, éste le hizo entrega de 500 euros en billetes de diferente valor que llevaba en ese momento encima y continuaron su recorrido hasta llegar a la localidad de Seixo donde le insistió para que retirase otros 500 euros de una sucursal bancaria. La víctima accedió y tras retirar dicha cantidad fraccionada el conductor le dijo que cuando llegasen a la oficina que tiene en Marín le devolvería los 1.000 euros que le acababa de prestar. Una vez en Marín le pidió que se apease al lado de la iglesia y que esperase allí mientras él iba a buscar el dinero. Transcurridos 10 minutos el denunciante se percató de que había sido timado y acudió a denunciar.

No fue el único caso. El día 14 de noviembre se presentó en la comisaría de Marín otra denuncia en los mismos términos. La víctima nuevamente se encontraba esperando el autobús y un individuo en un coche se ofreció a llevarlo y le solicitó cambio de dinero en este caso para pagar a unos obreros que supuestamente le estarían haciendo unas obras en casa. Esta segunda víctima retiró de la sucursal bancaria en un primer momento 400 euros y ante la insistencia del detenido accedió a entregarle otros 750 euros y por último 3.000 euros que retiró en varias sucursales, haciendo un total de 4.150 euros. En este caso se escabulló de la víctima cuando le pidió que fuese al banco a por un justificante. Desde la Comisaría Provincial indican que utilizando el mismo "modus operandi" hay hasta seis denuncias por estafa en la comarca de Pontevedra.

Indican que la clave está en la facilidad de palabra del individuo y la capacidad para ganarse la confianza de las víctimas con artimañas y gran habilidad. El perfil de las víctimas son personas de edad avanzada a las que aborda en paradas de autobús con la excusa de llevarlas amablemente a su domicilio. Se gana la confianza de las víctimas haciéndoles creer que tiene gran poder adquisitivo y afirmar ser propietario de locales de hostelería, gasolineras, empresas..., y que necesita cambio en efectivo ya que las entidades bancarias no se lo facilitan si no lo solicita con antelación.

Víctima en Combarro

El día 1 de diciembre presentaba denuncia en Comisaría la última de las víctimas, una mujer que se encontraba esperando el autobús en Combarro y que también fue invitada a subir la vehículo por este individuo, que en este caso se presentó como empresario hostelero. Tras ganarse su confianza y quejarse de que las entidades bancarias no le facilitaban cambio, pidió a la mujer que retirase la cantidad de seis mil euros en billetes de 50, que retiró en dos sucursales diferentes. Tras despistar a la mujer, el individuo huyó del lugar. Esta mujer alertó de inmediato a la Policía Nacional. Esto permitió a los agentes iniciar un dispositivo de vigilancia sobre las paradas de autobús y tras numerosas pesquisas lograron localizar el vehículo cerca de Marín. Una vez interceptado el vehículo, agentes de esa Comisaría identificaron y detuvieron a este individuo imputándole hasta ahora la comisión de seis estafas. Cuando fue detenido todavía llevaba encima cinco mil euros en efectivo que había timado a la mujer y que se recuperaron junto a los otros mil que acababa de ingresar en una cuenta.