Lejos del ruido del tráfico, en el parque de A Illa das Esculturas, la asociación STOP Accidentes y el Concello de Pontevedra celebraron ayer el acto institucional en conmemoración del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidente de Tráfico, tal y como establece la ONU para cada 19 de noviembre. Un paraje apartado al que no se puede acceder directamente en coche, elegido aposta por el ayuntamiento pontevedrés, no solo para presumir de espacio naturales (que también) sino para promover precisamente que los asistentes llegasen caminando, "la forma más natural de desplazarse", así como la menos contaminante y más saludable", algo que "en el concello de Pontevedra tomamos como algo primordial", explicó el alcalde Miguel Anxo Fernández Lores.

Un acto en recuerdo de las víctimas de accidentes que, como siempre, tiene también carácter reivindicativo para evitar que el número de familias rotas siga creciendo.Por eso, la presidenta de Stop Accidentes, Jeanne Picard,llamó la atención sobre el hecho de que el pasado año se haya constatado un aumento de la siniestralidad en España, con 1.810 personas fallecidas, un 7% más que en el ejercicio anterior, y 9.755 heridas graves hospitalizadas, lo que supone un aumento del 3%, según los datos de la DGT.

Picard advirtió que, pese a estas cifras, "todavía seguimos sin una educación viaria en valores obligatoria en nuestras escuelas y denunciamos que la última modificación del Código Penal creó aún más impunidad".

Por ello, en representación de las víctimas de accidentes y de sus familiares, reclamó "la creación de un pacto de Estado que impulse todas las medidas necesarias para prevenir la violencia viaria". Insiste en que su objetivo sigue siendo las "cero víctimas" por lo que reclaman "medidas preventivas de convivencia ciudadana para proteger la vida de todas las personas usuarias de la carretera, especialmente los más vulnerables: peatones, niños, mayores, ciclistas y motoristas". "No nos cansaremos de exigir que la seguridad vial sea una prioridad política" y señalan que "es un deber moral del Gobierno" adoptar las medidas que vayan "más allá de una simple declaración". "Les pedimos transformar sus palabras en actos", zanjó.

El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, coincidió con Picard al señalar que la seguridad vial es una cuestión que "debe quedar fora de plantexamentos partidarios" y que considera un "asunto de país, igual que lo pueden ser los incendios". Insistió en que "todos temos a obriga dende tódalas administracións para facer o que teñamos que facer para reducir o número de mortos e de feridos en accidentes". Una palabra que a Lores no le gusta utilizar, dado que considera que no se ajusta a muchos de estos casos: "Cando unha cousa pode ser evitada, e en gran parte os mortos e feridos pódense evitar, non se poden chamar accidentes", insistió el regidor.

En este sentido, remarcó que la cifra de 1.800 muertos anuales en España por esta causa "no es de recibo" y que, por lo tanto, "temos que actuar e temos que facelo de forma distinta" en las carreteras interurbanas que en los espacios urbanos.

En este sentido, Lores recordó con orgullo que Pontevedra fue merecedora no hace mucho del premio ONU-Hábitat por un modelo urbano que, entre otras cuestiones, ha reducido drásticamente las cifras de siniestralidad vial. Algo que sucedió "porque fixemos unha cidade pensada para as personas e non para os coches", "uns espacios seguros, atractivos, accesibles e de convivencia" en contra de calles que se utilicen "para correr" o en "almacéns de coches".

En este sentido, Lores reconoce que es muy "drástico" y sostiene que si en otras ciudades no se toman este tipo de medidas para proteger al peatón y al resto de usuarios de vía frente a los accidentes es por falta de "voluntad política". "Agora non hai excusas" para no hacerlo, insiste el alcalde pontevedrés, al recordar que los regidores tienen las competencias exclusivas en materia de tráfico en las zonas urbanas. Lores reconoce que no se puede culpar a un alcalde de las muertes por accidente, pero añade que "algunha responsabilidade ten se non adoptou as medidas que tiña que tomar".

En coche, lo imprescindible

Fernández Lores instó a la población a concienciarse para utilizar el coche "como unha ferramenta necesaria" pero "solo cando sexa imprescindible" y nunca convirtiéndolo "obligatoriamente en unamáquina de matar". En este sentido, insistió en que la experiencia de Pontevedra demuestra que cuando se reducen los tráficos a los que son imprescindible se comprueba que la ciudad puede funcionar con muy pocos coches ganando en seguridad y calidad de vida.