Usar la cocina como muestra de que la parálisis cerebral no impide que, con pequeñas ayudas, las personas puedan realizar una actividad diaria relativamente normal. Ese es el objetivo de la iniciativa de Aspace, que por tercer año organiza un concurso gastronómico para que los asociados y sus familias demuestren todas sus potencialidades.

Ayer, el restaurante Pepe Vieira Camiño da Serpe, acogió la semifinal de Pontevedra, una de las tres sedes que la asociación tiene en Galicia. En total, nueve grupos conformados por parejas o tríos compitieron por convencer al jurado conformado por Xosé Torres (Pepe Vieira), Julio Sotomayor (Nova Ourense) y Alberto Rivas (blog Máis Grelos).

El objetivo era preparar la mejor filloa, pero sobre todo, pasar una mañana agradable en una actividad ociosa que, de paso, otorgase visibilidad a este colectivo. Así lo explicaba el gerente de Aspace Galicia, Nacho Pérez: "Para ellos es un momento muy importante porque salen de su rutina diaria a través de una actividad de ocio diferente. Además, es clave porque estas cosas dan visibilidad a un colectivo que tiene muchas capacidades".

Precisamente con esta iniciativa se busca romper un poco con los prejuicios. Porque las personas con el trastorno de psicomotricidad colaboraron activamente en la realización de las filloas. Cada uno, como podía. Fue el caso de Hugo y su madre Carmen, ganadores del último concurso a la mejor tosta impulsado por la asociación, como así se encargaba de recordar un pequeño del que la progenitora explicaba que le gusta mucho la cocina. "Sobre todo revolver", destaba.

Mientras, otros como Sergio reconocían que son "bastante independientes", pero tienen la cocina como "asignatura pendiente". Por su parte, la familia de Álvaro explicaba un aspecto clave de la preparación: la texturización para que las personas con problemas de deglución puedan disfrutar del alimento.

Finalmente, el grupo formado por Diego Moares, Esteban López y David Villaverde se impuso en la semifinal y disputará la gran final el próximo 29 de noviembre en la Escuela Naval de Marín contra los ganadores de Vigo y A Coruña. Aunque realmente, el hecho de participar y poder derribar prejuicios hizo a todos ganadores.