El pavimentado de los estacionamientos y la instalación de reductores de velocidad (los conocidos "lombos") pusieron fin a los trabajos de reurbanización del último tramo de la avenida de Vigo, unas labores que habían comenzado a finales del mes de julio. La intervención afectó a los 300 metros que van desde la calle Luis Seoane al entronque con la rotonda del nudo de O Pino.

En la recta final de la obra, ejecutada por el Concello de Pontevedra, fue necesario cortar al tráfico durante la mañana de ayer la avenida de Vigo, pues era necesario utilizar maquinaria pesada que ocupaba la calzada. Alrededor de las 13.30 horas la calle volvió a quedar abierta y la circulación restablecida.

La obra fue adjudicada en su día a la empresa Covsa por 236.000 euros. La intervención ya ejecutada permite dar continuidad a la realizada en el primer tramo de la Avenida de Vigo -el que va desde la rotonda de Fernández Ladreda hasta la calle Luis Seoane- que se realizó durante las obras de apertura de la nueva avenida de Josefina Arruti, obra que se conoció como precisamente como desdoblamiento de la avenida de Vigo.

Con las obras ya finalizadas el "modelo Pontevedra" se extiende a este tramo de la avenida de Vigo con la ampliación de aceras (que ahora tienen un mínimo de 3 metros), un carril de circulación, estacionamiento en línea en ambos lados de la calle, arbolado en el margne derecho, renovación del alumbrado y su retranqueo así como renovación de la red de alcantarillado.