El pazo de A Parda, uno de los edificios más emblemáticos de Pontevedra está a la venta. Ubicado originalmente en las afueras de la ciudad, en la calle Condes de Bugallal, la construcción fue integrada con el paso del tiempo en el casco urbano con el crecimiento de la ciudad hacia la zona este.

De estilo arquitectónico popular y en un entorno urbano, su mayor atractivo es la singularidad de la construcción, que data del año 1620, tal y como reza la inscripción de la primera piedra del recinto, realizada en su fuente.

Su venta se anuncia en la plataforma de gestión patrimonial Lançois Doval, especializada en propiedades singulares y edificios históricos.

Su fundador, Robert Menetray, asegura que "nos encontramos ante una emblemática propiedad, única por su historia, características y privilegiada situación". Asimismo, considera que se trata de un lugar "ideal para su uso como una exclusiva propiedad, así como sede de una fundación o empresa". También propone su utilización como centro para eventos y celebraciones, "incluido un coqueto hotel con encanto".

La propiedad ha estado siempre en manos de la misma familia, desde el siglo XVII, lo que suma cuatro hasta la actualidad. El pazo fue fundado por los hermanos Malvar, deanes de la catedral de Santiago de Compostela. "Perteneciente a una familia de antiguas raíces gallegas que tuvo gran influencia política en las comarcas de Santiago, Ponteareas y Pontevedra durante los siglos XVIII y XIX y principios del XX", lo describe la descripción de la ficha que lo anuncia en la plataforma en internet.

El pazo de A Parda acogió importantes reuniones de carácter político a principios del siglo XX, cuando su propietario, Gabino Bugallal Araújo, II Conde de Bugallal y varias veces ministro de la corona y presidente de las Cortes, lo convirtió en su residencia de verano. De este modo, el recinto se convirtió en testigo de acuerdos políticos de una importante época de la historia de España.

Aunque la construcción del edificio data del siglo XVII, sufrió importantes remodelaciones posteriores. Consta de un edificio principal, casa auxiliar, hórreo, capilla, almacén y garaje externo.

Todo el edificio principal está construido en piedra de granito y consta de dos plantas más una torre almenada. Ocupa un superficie de unos 675 metros cuadrados repartidos entre una docena de dormitorios, seis baños, comedor, sala de estar, salón, despacho, biblioteca, oficina, cocina, lagar y bodega.

La capilla es de carácter semipúblico y los fieles pueden acudir desde la rúa do Marco.

Según los planos del Catastro, la totalidad de la finca ocupa una superficie de cerca de 15.000 metros cuadrados.

La venta de un edificio tan emblemático como este no es algo novedoso actualmente. El pazo de A Parda se suma así a un largo listado de propiedades singulares y edificios históricos que actualmente buscan un comprador.

Robert Menetray explica que por lo general "la discreción y la confidencialidad caracterizan este tipo de ventas", de modo que no es habitual que sus propietarios anuncien directamente el precio a través de internet, por lo que en numerosas ocasiones se requiere la intermediación de agentes inmobiliarios.

Poio y Moraña

En la comarca de Pontevedra hay otras joyas de la arquitectura que también están en venta. Es el caso de un singular pazo en San Xoán de Poio, visible desde la PO-308 y a menos de medio kilómetro de monasterio.

Se trata de una construcción de más de 600 metros cuadrados construidos y cerca de 13.000 total de finca. Consta de sótano, planta baja, planta piso, bajo cubierta y torre de 39 metros cuadrados. Tiene muros de mampostería y edificaciones auxiliares, como un hórreo.

Asimismo, en Moraña, se encuentra a la venta el pazo da Buzaca, actualmente destinado a turismo rural certificado con la Q de Calidad. Está conformado por tres edificaciones y una capilla. La finca es de más de 4 hectáreas, de los cuales la "casa grande" ocupa 1.130 metros cuadrados.

Tampoco en estos dos casos se facilitan directamente los precios de venta.

"La horquilla de las construcciones de este tipo se mueve entre los 700.000 euros, cuando hay que restaurar, y los ocho millones de euros", destaca Menetray.