"Razonable" o "necesaria". Estas fueron algunas de las palabras que les trasladó la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Ana Ortiz, a los representantes de los colectivos que defienden la construcción de una senda peatonal en un tramo peligroso de la Nacional 550 a la altura de la fábrica de Pontesa. Al menos así lo explican los asistentes a este encuentro quienes se mostraron satisfechos de la "receptividad" de la subdelegada hacia el proyecto que le presentaron.

"Evidentemente no nos dio ninguna respuesta definitiva sobre si se podrá ejecutar o no", explica Alberto Agulla, de la asociación Salinas de Ulló, pero sí se comprometió a "hacer un estudio sobre la viabilidad del proyecto". Según explicaron, la subdelegada les indicó que habrá que indagar si es necesario llevar a cabo alguna expropiación en la zona para ejecutar la obra, o solicitar la cesión de algún terreno; así como estudiar el posible material del que pudiera estar hecho esta senda. "A nosotros, en este sentido, nos da un poco igual y le mostramos nuestra propuesta con jabre entre dos vigas de madera dado que así es como están ejecutados los paseos de Pontesampaio y de las Salinas", explicó Agulla.

Los colectivos que defienden este proyecto, tanto vecinales como culturales y asociaciones de ciclistas, explicaron a la subdelegada que Fomento no tendría que acudir a las expropiaciones dado que incluso cuentan con el apoyo del empresario de Pontesa que indicó que se podría negociar alguna posible cesión del terreno si se viese afectado y fuera necesario para la ejecución de este pequeño tramo de senda.

Un paseo de apenas un kilómetro de longitud pero que tendría importantes beneficios para toda la zona. En primer lugar, en materia de seguridad vial, dado que permitiría contar con una alternativa peatonal e incluso ciclista apartada del arcén de la Nacional 550 en un tramo en el que ya se han producido accidentes graves, según los defensores de este proyecto. En segundo lugar, porque este tramo de un kilómetro permitiría unir otras dos sendas peatonales cuya ejecución acaba de finalizar la Dirección General de Costas en esa misma zona: el paseo entre Arcade y Pontesampaio y el que recorre las Salinas de Ulló, un enclave de gran interés paisajístico, cultural y natural, y que finaliza justo a los pies de las instalaciones de Pontesa. De esta forma, se crearía una senda de cinco kilómetros de longitud que enlazaría peatonalmente todos estos espacios. Fue esta motivación del proyecto desarrollada por los colectivos presentes en la reunión la que, según explican, despertó el interés sobre el mismo de la subdelegada al considerar que se trata de una propuesta "correcta y razonable".

Como telón de fondo de esta reunión está también el principal proyecto en el que trabajan desde hace tiempo muchos de los colectivos presentes en la reunión de ayer y que es la creación de una gran vía verde usando para ello el antiguo trazado de las vías del ferrocarril hoy en desuso entre Pontevedra y Arcade. Un proyecto que se reclama que se extienda hasta Vigo en donde el ADIF ya ha anunciado la desafección de un tramo de las viejas vías para la construcción de esta senda peatonal.

Conexión con la senda verde

Si finalmente se llevase a construir esta vía verde, esta se podría conectar de forma sencilla con esta tramo peatonal que se plantea para la Nacional 550 y con la consiguiente senda de cinco kilómetros que uniría Arcade, Pontesampaio y las Salinas, lo que crearía un gran conjunto de vías peatonales con acceso, además, a enclaves de gran valor cultural, paisajístico y peatonal, y como un importante reclamo para la zona a nivel turístico.

Algunos colectivos aprovecharon la reunión para pedir también medidas específicas para mejorar la movilidad y seguridad peatonal en esa zona de la Nacional 550.