La Fiscalía de Pontevedra mantuvo ayer su petición de 14 años de prisión para Juan José R. V., un vecino de O Grove acusado de intentar asesinar a hachazos a su yerno, así como de agredir a su hija y esposa de la víctima, todo ello en presencia de su nieto de 12 años de edad.

Lo hizo después de escuchar la declaración del propio acusado, así como de la víctima, su mujer y la esposa del propio Juan José. Según explicaron, entre ellos y el acusado no existía una buena relación desde hacía tiempo y, aunque todavía vivía en la casa familiar de O Grove, hacían vida totalmente distinta, sin que el acusado aportase "ni un duro" a los gastos del hogar, según explicó la propia víctima.

En su declaración, Juan José V. R. negó la acusación que formula contra él la Fiscalía. Reconoció que fue él quien golpeó con un hacha a su yerno, pero negó que lo hiciera por la espalda, sino de costado, al contrario de lo que sostiene el Ministerio Público, quien lo acusa de intento de asesinato debido a que pilló por sorpresa a su víctima. El acusado, no obstante, considera que su yerno "me tuvo que ver venir" e insistió en que "por la espalda no le doy". Reconoció que le dio "dos o tres golpes seguidos" con el hacha, hasta que se rompió. Afirma que atacó a su yerno porque este lo había insultado: "Ese era su oficio", afirmó, "llevaban tiempo martirizándome dentro de mi propia casa". Luego reconoce que entró su hija en la cocina de la vivienda en la que se estaban produciendo los hechos, pero niega que la hubiera agredido.

El acusado también reconoció que tras romperse el arma con el que estaba agrediendo a su yerno salió de la vivienda y regresó portando otra hacha. Cuando quiso volver a entrar en casa, se encontró con que su hija ya había logrado cerrar la puerta y él reconoció que sí la emprendió a golpes de machada contra la entrada del edificio para intentar penetrar. Explicó que quería volver a entrar pero "no para hacer más daño", sino que solo quería dar "un susto" a su yerno con el objetivo de "parar a ese señor, que supiera que no se puede andar por la vida abusando de gente mayor". También reconoció que puede ser que dijera a los guardias civiles que llegaron a la vivienda que había sido "una pena" que se le rompiese la primera machada, pero insistió en que "mi intención no era matarlo, si quisiera matarlo tenía en la cocina machetes y cuchillos".

La versión ofrecida por la víctima, yerno del acusado, fue muy distinta. En primer lugar negó la existencia de cualquier tipo de insultos por su parte hacia el acusado. Insistió en que el ataque se produjo por la espalda y de manera sorpresiva, de tal forma que sintió los fuertes golpes en la cabeza sin saber muy bien que estaba ocurriendo. Añade que, de repente, escuchó la voz de su hijo de 12 años gritando al acusado "non mates ao meu pai". Tras recibir golpes hasta que se le rompió el hacha a su agresor, afirma que luego entraron en la cocina su mujer y la madre de esta. Entonces el acusado amenazó a su hija con el mango del hacha, cogiéndola por el pecho y la esposa del acusado se desmayó. Cuando Juan José salió a por otra arma, aprovecharon para cerrar las puertas y refugiarse en el interior de una estancia desde donde avisaron al 112. Fuera escuchaban como el acusado la emprendía a golpes con las puertas para intentar entrar y les gritaba que "nos iba a matar a los tres".

"A tí también te mato"

La hija del acusado, mujer de la víctima, explicó que sintió gritar a su hijo y que cuando entró en la cocina vio como su padre corría hacia ella con el mango del hacha en la mano diciéndole "a ti también te mato". Dijo que cuando su padre salió a buscar otro hacha ella aprovechó para cerrar la puerta. Algo que también confirmó la madre y esposa del acusado antes de desmayarse.

La víctima, su esposa y el hijo de 12 años de ambos se habían ido a vivir a casa del acusado y su mujer para poder cuidar a ésta última debido a los graves problemas de salud que padece. Inicialmente, la relación con su suegro había sido buena pero tiempo después afirman que comenzó a insistirles en que se fueran de casa, algo que el acusado niega. Tanto la víctima como la mujer y el hijo de ambos necesitaron tratamiento psicológico como consecuencia de estos hechos.