Las lluvias de hace unos días, con más de sesenta litros acumulados en apenas cuatro jornadas, provocó un aumento espectacular del caudal del río Lérez, que llegó a rozar los cinco mil litros por segundo. Pero aquella recuperación no alejó por completo el fantasma de la sequía y muchos menos a la vista de las altas temperaturas de esta semana y las previsiones meteorológicas a corto plazo, que no atisban nuevas precipitaciones.

De este modo, el caudal de 4,93 metros cúbicos del pasado día 21 se ha caído en apenas cinco días a menos de 3,6 actuales, es decir, un descenso del 30%. Además, se sigue muy lejos de los diez metros cúbicos de hace un año.

En todo caso, las últimas cifras son mucho mejores que a mediados de mes, cuando el caudal bajó con creces de los dos mil metros cúbicos, lo que obligó a utilizar las reservas de agua del embalse del Pontillón para completar el suministro a la población de Pontevedra, Martín, Poio y también Sanxenxo.

Ese uso del embalse provocó un descenso en su nivel, que estaba hace dos semanas en el 95% y ahora ya ronda el 85% de ocupación, según las mediciones de Augas de Galicia. Aún así, su situación es mucho más favorables que otros embalses de abastecimiento de la cuenca Galicia-Costa que, de medio, apenas superan el 50%.