"Viajamos al pasado para inventar el futuro". Con este lema se presenta el encuentro de tecnología y patrimonio Tek-Fest, que comenzó ayer y que este año ocupará espacios como el Museo de Pontevedra, la Casa das Campás, la Casa da Luz o las Ruínas de San Domingos. En esta edición se centra en un viaje a través de las nuevas tecnologías a la Pontevedra de hace un siglo.
-¿Qué se hace exactamente en un taller de realidad virtual y patrimonio?
-Hemos recibido una serie de forografías de Pontevedra por parte de la Diputación y el Museo desde hace 100 años hasta la década de los 60. Tomaremos las mismas fotografías hoy para gafas de 360 grados en 3D. Vamos a integrar las antiguas en las nuevas y podremos realizar como una visita a través del tiempo, viendo cómo ha cambiado la ciudad, tanto la parte urbana como la de la ría. Presentaremos el resultado al público el jueves.
-¿De qué manera se hermanan las nuevas tecnologías con las técnicas tradicionales?
-Lo más interesante aquí es que la realidad virtual se nutre de fotografía, vídeo y aplicaciones. Hay que ser capaces de integrar tecnologías de hace un siglo con el 3D. Es un hermanamiento entre tecnología, patrimonio e historia muy escaso en el mundo.
-¿Qué aplicaciones prácticas tiene esta iniciativa?
-A nivel de conservación de patrimonio se han invertido millones de euros en todas las comunidades y países en digitalización, pero ahora se hace necesaria la digitalización 3D porque la visión es diferente, es como si estuvieses allí, sin una pantalla en medio. Otra utilidad es el ocio, porque se puede acercar esta tecnología, copada para los videojuegos y el cine, a los jóvenes para una observación que de otra manera les parecería muy aburrida. Una tercera aplicación es la agilización de un trabajo que a las instituaciones públicas les cuesta mucho por el simple hecho de tener que pedir subvenciones para la contratación de expertos en la materia. Esta es una manera de que desde la propia sociedad se emprenda. Lo importante es conectar a personas que se apasionan por su trabajo.
-¿Es fácil encontrarlas en Pontevedra?
-Empieza a haber en Galicia un incipiente número de técnicos y estudios que están trabajando con 360 y realidad virtual. Fuimos los primeros en hacer cursos abiertos a todo el mundo. Bermudas Landad tiene un estudio en Madrid y otro en Galicia y ha sido pionero en desarrollar proyectos de realidad virtual que han estado en el top 10 el año pasado en Estados Unidos. Hay muchas posibilidades.
-¿Por qué son tan importantes iniciativas como el Tek-Fest?
-Porque democratizan el acceso a las últimas tecnologías y ponen de manifiesto logros de gallegas y gallegos que estamos desarrollando por el mundo su uso y que a veces que tenemos más nombre fuera que dentro. Si nos apoyan las instituciones, a lo mejor estas personas son líderes en su sector.
-En esta ocasión también cuentan con la colaboración institucional del Museo de Pontevedra.
-Sí. Este año hemos juntado iniciativas privadas con el amparo del Concello, la Diputación, el Museo, la escuela Esdemga... Hemos sumado los poderes con los que teníamos algo en común. No ha habido un "no" por respuesta y es importante porque sin unos y sin otros no se puede hacer.
