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Lo que las paredes del monasterio esconden

La biblioteca del edificio de los mercedarios de Poio guarda cerca de 170.000 libros, muchos de ellos incunables

"Lámpara encendida", un libro único en el mundo. // Gustavo Santos

Historia por fuera e historia por dentro. El Mosteiro de Poio, uno de los mayores reclamos a todos los niveles del concello, alberga en su interior múltiples tesoros. Uno de ellos, y de los más desconocidos, es su biblioteca. Entre sus paredes descansan desde tiempos inmemoriables ejemplares de contenido religioso y laico, algunos de ellos incunables, es decir, hechos entre la invención de la imprenta y los comienzos del siglo XVI. De sus columnas y estanterías también cuelgan obras de arte, como algún retrato hecho por Castelao o pinturas de Carlos Sobrino.

Fray Jerónimo López López, de 92 años, es quien se encuentra al frente de este gran tesoro, y con solo decirle un título lo encuentra, sin prisa, solo con esa paciencia que rige la vida monacal.

"Antes la biblioteca recibía muchas más visitas, pero ahora la mayoría de las peticiones se realizan vía internet, especialmente desde 2005", explica el monje.

Los que necesitan consultar algunos de los libros y otro tipo de publicaciones son, mayoritariamente, investigadores, que se tienen que armar de paciencia, ya que la biblioteca del monasterio no cuenta con los avances tecnológicos que agilizan el trabajo como puede suceder en las de carácter público.

La antigüedad de las obras se debe a que el Mosteiro de Poio está formado, en realidad por dos monasterios, el antiguo convento benedictino, con su iglesia, los dos claustros y demás dependencias, y el moderno, mercedario, también con dos patios paralelos y una capilla amplia que sobresale del edificio. El primer documento relativo a estas construcciones que se conoce está fechado en el año 942. Los mercedarios llegaron a Poio en junio de 1890.

La biblioteca ocupa el bajo y el primer piso del ala poniente. Principalmente se compone por los volúmenes conservados de los benedictinos, así como los traídos de Conxo por los mercedarios. Muchos de ellos, raros y de gran valor, fueron adquiridos para que el seminario tuviese la categoría que merecía como centro de estudios.

Se incrementó en 1958 con la biblioteca de Antonio Rey Soto, que ocupa un lugar privilegiado en el monasterio y que es rica en obras sobre la historia y literatura de Galicia.

Son cerca de 170.000 libros, según Fray Jerónimo, sin contar las revistas. Los contenidos van desde la religión y la teología hasta las novelas modernas, pasando por las enciclopedias y la historia.

"Todavía tenemos 90 cajas sin abrir de donaciones de religiosos y otras personas ya fallecidas", asegura.

"Vienen tanto investigadores como lectores en general que tienen interés por contenidos de cierta antigüedad", afirma. "Antes, sobre todo, los consultaban personas que estaban estudiando temas de historia gallega, pero como ya es algo que se ha tratado mucho, cada vez vienen menos", apostilla.

Como los tiempos han cambiado y el Mosteiro de Poio también ha intentado, en la medida de lo posible, adaptarse a ellos, ofrece un correo electrónico para todas las consultas: bibliomonaspoio@terra.es.

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