Aunque está ahí desde hace tiempo y de forma permanente, estos días se hace mucho más visible al estar en época de floración. Se trata de la "hierba de la pampa", los conocidos plumones, una especie invasora que está casi por doquier y comenzando a ocupar espacios en los que nunca se la había visto hasta ahora. Una hierba a la que el calor beneficia especialmente.

La proliferación de esta especie invasora es tal que incluso ya ha ocupado su espacio en el debate del último pleno de la Corporación Municipal. Lo hizo a través de una pregunta formulada al grupo de gobierno por Agustín Fernández, portavoz del PSdeG-PSOE, quien alertó de que la "Cortaderia selloana", como se le conoce científicamente, se puede encontrar allá donde se mire en todo el término municipal. Incluso en lugares tan emblemáticos como puede ser la Illa das Esculturas.

El alcalde, tomó nota de la propuesta del PSOE, aunque recordó que hay otras especies invasoras que "preocupan" más por sus consecuencias como puede ser el eucalipto. Un árbol contra el que, en esa misma sesión, se aprobó una moción para instar a que frene su proliferación en Galicia.

Desde el PSOE consideran que también es necesario tomar medidas contra el plumón, teniendo en cuenta además que los expertos señalan que se trata de una especie colonizadora que apenas deja crecer otras plantas allí en donde comienza a reproducirse.

Su expansión se produjo a lo largo de la red viaria y poco a poco fue llegando a casi cualquier rincón. No obstante, es amiga de instalarse allí en donde la tierra está más blandita, removida, por ejemplo, después de unas obras. Por eso se ve crecer a lo largo de las nuevas infraestructuras o por eso ha tomado por completo los solares de la Unidad 18, el suelo edificable entre Doce de Novembro y Eduardo Pondal, removido cuando se abrieron los viales de la urbanización. Lo mismo ocurre en las parcelas de Tafisa.

Además, la erradicación de esta hierba suele ser bastante compleja, dado que la hay que eliminar de raíz, evitar que sigan cayendo semillas y tratar el suelo para evitar que vuelva a rebrotar por lo que el proceso es, además de farragoso, bastante largo.

La carretera vieja hacia Marín o la zona de O Vao son otros puntos en los que crece sin control, aunque ya se la puede ver casi en cualquier rincón de la geografía pontevedresa.