Las obras comenzaron oficialmente en abril de 2013, pero los trámites se arrastraban al menos desde 2009. Tras cuatro años y medio de trabajos y unos 33 millones de euros de inversión, la nueva red de abastecimiento integral a cinco municipios de la ría de Pontevedra ya está oficialmente en servicio. La empresa pública Acuaes (dependiente del Ministerio de Medio Ambiente) y los concellos de Pontevedra, Marín, Sanxenxo, Poio y Vilaboa, firmaron ayer el acta de recepción de este complejo entramado de tuberías, depósitos, bombeos y otros servicios, por lo que todo ello pasa a ser de gestión municipal, si bien la titularidad continua en manos del Estado.
Con la puesta en servicio de esta nueva red, la totalidad de municipios implicados tendrá garantizado el suministro de agua "durante las próximas décadas", según certificaron el alcalde, Miguel Fernández Lores, y la directora territorial de la Zona 1 de Acuaes, Isabel Pérez Espinosa. Pero además permitirá ofrecer este abastecimiento a zonas que en la actualidad lo reciben en precario o carecen de él. Así, uno de los grandes logros del sistema es que mejorará ostensiblemente el suministro de agua a Montecelo y a la ciudad infantil Príncipe Felipe, con la vista puesta en la ampliación del complejo sanitario para crear el hospital único del Gran Montecelo.
Además, desde el nuevo depósito de Castro Senín (Mourente) será posible servir a toda la zona sur de la ría, desde Marín hasta Vilaboa, así como a las parroquias situadas en esa cuenca, es decir, Mourente, Bora, Marcón, Salcedo, Lourizán y Tomeza. Así se detalla precisamente en el concurso convocado por el Concello para adjudicar el servicio de agua y saneamiento para los próximos 20 años.
Concurso municipal
Este plan ya está adaptado a las "ventajas" de la red de Acuaes, si bien todavía serían necesarios ortos 32 millones para las conexiones secundarias. Y es que este nuevo entramado de 47 kilómetros de canalizaciones, nuevas o modernizadas, siete depósitos, una planta potabilizadora (la de Lérez) y otra de bombeo (la de Monte Porreiro) ampliadas y otras instalaciones complementarias añadidas, precisa aún de tuberías secundarias. Es el caso de Vilaboa, a donde llegará el agua pero que aún carece de la red de distribución domiciliaria. En cambio, en Poio y Sanxenxo el modelo funciona desde hace más de dos años, ya que en 2015 comenzó a utilizarse la red de Acuaes por la orilla norte de la ría.
De hecho, con la firma de ayer se completa la orilla sur, que incluye al Gran Montecelo, las citadas parroquias, Vilaboa y Marín, los dos últimos municipios incorporados al proyecto, de ahí el retraso final. Y es precisamente Marín el municipio que resulta ahora más beneficiado y el que tiene más urgencia en que la puesta en servicio certificada ayer se concrete de forma efectiva. Así lo expresó ayer su alcaldesa, María Ramallo, al recordar que "lo más urgente es la puesta en funcionamiento de la red desde el bombeo de Pontevedra hacia Marín, para poner en marcha toda la conducción, el depósito de Pardavila y su unión con el colector existente, que va por la costa a la altura de San Blas, en Seixo".
Acuaes ya se encargó en los últimos meses de efectuar las pruebas de llenado y vaciado de los depósitos, pero el proceso para el abastecimiento desde el Lérez y el depósito de Mourente ya queda en manos de los concellos de Pontevedra y Marín, que "mantendrán reuniones periódicas en las próximas semanas", según coincidieron Lores y Ramallo.
Ramallo pide "agilidad"
La alcaldesa insiste en la importancia de esta nueva red ya que con ella Marín consigue "tener un anillo perfectamente conectado con el agua procedente de la planta de tratamiento de agua potable de Lérez, que es la que aporta el caudal que circula por los dos colectores cuanto estén en marcha: el actual por la costa y el nuevo por la cota más elevada, que se conecta con los depósitos existentes de Pedreiras, Cadrelo y el nuevo de Pardavila, para seguir con las conducciones hasta Seixo".
Esta conexión "en anillo" dotará a Marín de dos vías de entrada de agua desde Pontevedra y pondrá fin a los fallos de presión y averías que dejaron varios días sin servicio a varios puntos del municipio el pasado verano al reventar la única canalización disponible, la que discurre paralela al Lérez y la ría. El pasado mes de julio esa tubería general rompió de forma consecutiva dos veces y zonas como Seixo o Mogor se quedaron varios días sin agua.
Al disponer ahora de un segundo punto de abastecimiento, esos fallos podrán resolverse. Así, en la reunión de ayer Ramallo destacó la "especial importancia" de esta obra y emplazó a agilizar el proceso de suministro "teniendo en cuenta que es lo único que en estos momentos garantiza la eventualidad de cualquier avería en el actual colector, así como la presión y alimentación de algunas zonas, como ha sucedido recientemente este verano".
Acuaes ya dejaba claro que en este municipio "el abastecimiento depende únicamente de la arteria costera que, en caso de rotura, quedaría comprometido el suministro a gran parte de la población". Por eso se ha creado una "red mallada" que evita ese problema.
